El piloto que lo tenía todo previsto en su hoja de ruta
Carlos Sainz, de sobrevivir a Red Bull y Renault a elegir entre McLaren y Ferrari
Forjado en el kárting, donde recibía las sacudidas más fuertes por ser el hijo del bicampeón, y en el programa de Red Bull, Carlos Sainz ganó las World Series en 2014 y con ello un sitio en la Fórmula 1. La escudería energética dejó escapar un piloto grande y Renault también, pero en McLaren cuajó la temporada de su vida.
En su hoja de ruta estaba todo previsto, quizás también el interés de Ferrari. Carlos Sainz, de 25 años, nació con nombre de campeón y creció en Madrid rodeado de motores y trofeos. Un día, después de visitar el paddock del GP de España y saludar a Fernando Alonso, le dijo a su padre que quería ser piloto de F1. El bicampeón mundial le respondió que tendría que trabajar muy duro. Probablemente no le dijo que, en los circuitos de karts donde se forjaría, los rivales le sacudirían más fuerte que al resto por ser el hijo de Carlos Sainz. Tampoco debió decirle que terminaría formándose bajo la exigencia de Helmut Marko.
El piloto, aún Sainz Jr, ganó la Fórmula Renault 2.0 con 16 años, en 2011. Progresó, pero el paso por la GP3 en 2013 no fue satisfactorio. Recaló un año después en las World Series de Renault y para entonces el panorama en Toro Rosso, equipo de F1 al que debía llegar, no desprendía optimismo: Max Verstappen tendría una plaza segura, sólo quedaba otra. El mensaje era claro: si no ganas, estás fuera. Conquistó el campeonato. En 2015 debutó en la F1 con el segundo equipo de Red Bull y al lado de un proyecto de tirano del automovilismo y su clan familiar.
Red Bull: faltó una oportunidad. Es cierto que sumó menos puntos que Mad Max en aquella primera temporada, igual que es verdad que le ganó los sábados en clasificación. Con el tiempo se ha convertido en el piloto que mejor aguantó el pulso al neerlandés, pero entonces Red Bull no se quedó con los matices. Verstappen subió al primer equipo un año más tarde y a mitad de temporada, y Sainz se quedó esperando su momento hasta que llegaron los síntomas de fatiga cuando ya se había convertido en el piloto con más puntos de la historia de Faenza. En la casa de Milton Keynes no se podía ascender con Verstappen y Ricciardo copando los mejores volantes, así que planteó un cambio que no sentó bien a
Chris Horner y Marko.
En verano, Toro Rosso rompía con Renault para usar los motores Honda un año después. En una jugada a varias bandas, y como contraprestación, el madrileño recalaba cedido en el equipo francés durante el resto de 2017 y todo 2018. Proyecto oficial y hora de ganarse el puesto. Acabó 9º del
Mundial con un meritorio cuarto puesto en Singapur y sus resultados en el tercio final del
Carlos Sainz es conocido por el 69% de la población y el 86% de los consumidores interesados en la F1, según un estudio de ‘Personality Media’. Ambos grupos le dan unas notas de 6,8 y un 7,7, respectivamente. Se trata de su mejor valoración desde 2014. campeonato fueron claves para que Renault subiera en la general de constructores.
Pero en 2018 no hubo progresión. Cuentan quienes vivieron aquella temporada de cerca que había mucha diferencia entre el perfil del equipo de Nico Hulkenberg y el de Sainz. Muchos cargos recién nombrados y poca experiencia en comparación con el bloque sólido de Enstone. Todo influyó, pero el año de Sainz no fue ni mucho menos malo: puntuó en más carreras que Nico y sumó 53 puntos por los 93 del alemán. El problema es que en verano una tormenta de movimientos estuvo a punto de dejar a Sainz fuera del