Paso al frente del Tenerife para atar la permanencia
El Cádiz sacó un valioso punto de El Alcoraz cuando el Huesca ya celebraba un triunfo que valía su peso en oro. En el minuto 94, Luisinho cometió un claro penalti sobre Salvi que Álex Fernández alojó en el fondo de las redes, ante la desesperación de Álvaro, que no pudo parar el lanzamiento. El tanto de Okazaki ilusionó a todos los aficionados azulgranas, que vieron cómo una vez más se les escapaban dos puntos en el añadido.
Los visitantes fueron los primeros en crear peligro en el área contraria. Una jugada en banda derecha de Lozano acabó en un centro raso que Bodiguer no llegó a conectar cuando se encontraba en posición franca para el remate. Los locales respondieron con un par de llegadas, la primera con un tiro alto de Ferreiro y la segunda con un disparo de Juan Carlos que atajó Cifuentes.
Antes del descanso llegaron las mejores aproximaciones de los aragoneses con un eléctrico Ferreiro, que probó a Cifuentes con un gran disparo desde la frontal y luego buscó con un centro desde la derecha el remate de Mboula, que se fue fuera. Jurado, el mejor del Cádiz, probó a Álvaro con un tiro ajustado al palo.
Tras la reanudación, los de Míchel dieron un paso al frente y ese atrevimiento lo utilizó el Cádiz para utilizar su mejor arma, la contra. Iza fue el primero en buscar la espalda a los azulgranas y Pedro López tuvo que frenar esa ocasión con una falta al borde del área. Un libre directo que estrelló en el larguero Jurado.
Sin embargo, fue el Huesca el que abrió el marcador. La entrada de Okazaki revolucionó a los altoaragoneses y en una jugada a balón parado, Ferreiro colgó el balón en el área y cuando éste iba a salir, Mosquera lo devolvió al campo y remachó el japonés. Un tanto que llegó con intriga, ya que el VAR corroboró que no había fuera de juego en esa acción. Y cuando los jugadores locales saboreaban la victoria, Salvi provocó un claro penalti de Luisinho. Una pena máxima que transformó Álex Fernández en el 96’ y que acerca a los gaditanos a Primera.
■ El Tenerife dio un paso de gigante para la permanencia al derrotar a un buen Mirandés que se puso pronto en desventaja. Aún así, al inicio del segundo tiempo, el elenco visitante estuvo cerca del empate, pero el gol de Dani Gómez liquidó el encuentro.
El primer gol llegó tras una jugada de pizarra: Aitor Sanz abrió la lata con un disparo lejano que sorprendió a Limones (7’). No se conformó el cuadro insular y poco después Joaquín cometió un claro penalti a Álex Muñoz y Luis Milla se encargó de convertir. Tras el descanso, Marcos André recortó pronto y le puso emoción al partido (hasta pudo empatar, pero disparó al poste). Dani Gómez y Luis Milla, sentenciaron.