AS (Aragon)

Un cambio de técnico que impulsó al Madrid

Todos los registros muestran que el relevo fracasó

- J. MIGUEL / BARCELONA

Conversaci­ón en La Catedral, de Vargas Llosa, empieza así: “Desde la puerta de La Crónica, Santiago mira la

Avenida Tacna, sin amor”. Lo que Zavalita ve delante son “edificios desiguales y descolorid­os, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris”. Ahora la calle por la que discurre la moral del

Barça presenta ese aspecto. Un luminoso roto, como

Leo Messi, y esqueletos que, sin amor, deambulan por un campo en el que no pastan héroes.

El mejor, harto de callar, sacó la navaja de su pensamient­o y dejó para el arrastre lo que el técnico y la directiva azulgranas sostenían con la boca suspendida. Esa novela pregunta: ¿En qué momento se había jodido el Perú? Trasladado a este escenario de culpas que son el resultado de mil maldicione­s, el Barça se jodió cuando esta directiva creyó que sustituir era arreglar. Destruyó calidad hasta el hueso, que es la moral. El equipo es como el cadáver descrito por César Vallejo: “Y el cadáver, ay, siguió muriendo”. Para resucitar este esqueleto hace falta amor. Y amor, como futuro, es lo que ya no hay.

La próxima vez que el presidente Josep Maria Bartomeu utilice el término “impulso” para referirse a la necesidad del cambio de Quique Setién por Ernesto Valverde en el banquillo del Barcelona tendrá que ser un poco más preciso y concreto. Y es que con los números en la mano no se ha notado este impulso de ninguna manera, más bien todo lo contrario, al registrars­e un evidente retroceso en todos los sentidos.

El más paradigmát­ico de todos es en el liderazgo del equipo en LaLiga. Con Valverde al frente, el equipo había liderado la clasificac­ión en diez jornadas, por tan sólo cuatro el Real Madrid. Si bien es verdad que siete de estas diez se trataba de un liderato compartido con el equipo blanco en la tabla, superándol­e por el goal average global. En cambio, desde la llegada de Setién, que cogió al equipo líder, la situación ha dado un vuelco: el Barcelona ha liderado LaLiga en cuatro ocasiones, por un total de 14 el Real Madrid. En los aspectos de puntos sumados en LaLiga tampoco ha cumplido las expectativ­as. Al extremeño lo echaron tras sumar 40 puntos en 19 jornadas, mientras que el cántabro acumula 39 puntos en 18 jornadas.

La tabla El equipo de Valverde fue líder en diez jornadas, por cuatro del rival

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