Williams “Me siento amado y valorado en Bilbao”
El punta rojiblanco sueña con jugar al lado de su hermano pequeño, Nico
Williams ha cerrado un año agridulce. Por un lado, llegó a la final de Copa con el Athletic y soñó durante unas cuantas semanas con un esprint final que les llevara a la Europa League. Y por otro, se aplazó la final copera hasta que pueda haber público, se ha quedado fuera del torneo continental y soportó una sequía goleadora tras la vuelta de LaLiga. Pero es uno de los jugadores más queridos y exigidos por la platea, al que no deja de perseguirle el famoso “pedazo de contrato” que firmó y él mismo bendijo hace años.
La filosofía del club la resume en tres palabras: “Pasión, fuerza y trabajo”. Y confiesa que tratan de transmitirlas al entorno. “Por eso, entre otras cosas, decidí quedarme aquí tanto tiempo. Me siento respetado, amado y valorado en Bilbao. Es donde quise estar siempre. Más que amigos, en el vestuario somos una familia. Luchar entre amigos contra el resto del mundo no tiene precio”, sostiene en una entrevista en la revista France Football.
A partir de ahí, el delantero rojiblanco profundiza en los valores de un club tan singular como el suyo: “Somos el equipo del pueblo. Representamos a una región y a mucha gente. Somos conscientes de ser parte de la gran historia del Athletic. Los aficionados te hacen sentir este coraje y nos empujan. Tenemos la mejor afición del mundo. Cuando los necesitamos, siempre están ahí”.
Iñaki destaca el sentimiento de pertenencia en el vestuario y la desventaja con otros clubes que pueden fichar por todo el mundo. “Somos como los aldeanos que defienden su hogar”, ahonda. Además, recalca su sueño de coincidir en el primer equipo con su hermano Nico, que sube ya al filial. “Quiero hacer historia en este club y me gustaría hacerlo junto a mi hermano pequeño. Sería excepcional. Dos jugadores negros, hermanos, jugando juntos y empujando al Athletic al nivel más alto posible. Eso sería una locura, y aún más para nuestros padres”.
El espejo en el que se mira son sus padres, por los sacrificios que tuvieron que hacer hasta alcanzar una vida acomodada. Y deportivamente siempre ha idolatrado a Eto’o. Además, ahora es un activista más contra la lacra del racismo. “Nunca he sido realmente víctima de insultos en estadios de fútbol, aparte de algunas excepciones como en el campo del Espanyol en enero. En Euskadi la población es respetuosa. Nunca tuve un problema con el color de mi piel. Estoy orgulloso de ello”, finaliza.
Filosofía “Somos como los aldeanos que defienden el hogar”