Dorsey liquida al Madrid
El internacional griego (30 puntos) lidera al Maccabi en un final de enorme tensión ● Carroll pierde el último balón
El desenlace fue de los que parecen escritos de antemano, por tener un guion bien trazado con una tensión in crescendo, aunque el mal bote de Carroll, que le llevó a extraviar el balón en el último ataque, cuando el Madrid podía ganar o empatar, no estuvo a la altura. No era la mejor opción que Boom Boom corriera de campo a campo botando. Salió cruz, segunda derrota en cuatro días. En las filas madridistas empiezan a pesar las bajas y los kilómetros, con Tavares y Thompkins muy exigidos. Entre ambos, con gran ayuda de Abalde, casi alcanzan triunfales la orilla. Pero no, venció el Maccabi porque mostró más talento ofensivo en el perímetro, más capacidad de combinar distintas armas incluso en un día regular de Bryant y Wilbekin. Le quedaba otra amenaza, la definitiva, la del greco-estadounidense Tyler Dorsey, el liquidador: 30 puntos con solo 14 tiros. Todo eso y que el guionista en Tel Aviv vestía de amarillo.
El Madrid completó un primer cuarto soñado. Lo bordó en ataque con un quinteto poco habitual, con Alocén de base, más Taylor, Abalde, Thompkins y Tavares. Circuló el balón y circularon los jugadores, mucha movilidad, de la incisiva, y buenos pases. Y acierto, claro. Antes de que acabara el primer acto, el Real alcanzó su máxima ventaja: 19-31 tras embocar 8 de 8 de dos y 5 de 7 de tres con 10 asistencias (5 de Abalde) y ninguna pérdida, insuperable.
El respiro de Tavares se notó y Tyus entró algo lento de mente y se cargó con tres faltas. La reacción amarilla vino con el pequeño DiBartolomeo y Othello Hunter. Parcial de 16-2. El Madrid se apagó y lo mantuvo a flote el acierto de Carroll, 9 de los 13 tantos de su equipo en ese segundo cuarto. El pulso entró en fase de tensión. A la destreza de Dorsey contestó Thompkins. Ni él ni Tavares podían sentarse sin que su equipo lo pagara caro. Y a Trey se le echó de menos en un tramo del final, cuando Laso optó por un cuarteto más defensivo y Laprovittola. El argentino era el eslabón más débil y no sujetó a Dorsey. El desenlace, pese a todo, de funambulista. Deck embocó cuatro tiros libres y se llegó a falta de 8 segundos con 85-84 y saque para el Maccabi. Le pitaron una antideportiva a Taylor por no estar el balón en juego y Hunter marró los dos libres. El nuevo saque se resolvió con otro Instant Replay para ver quién había lanzado la bola fuera en la pugna Wilbekin-Taylor. A la siguiente, personal: Wilbekin erró uno de los dos intentos y dio esperanza al Madrid hasta que Carroll perdió la pelota. Fea guinda a un bonito thriller.
El Valencia Basket desperdició una oportunidad de oro de volver a meterse entre los ocho primeros de la Euroliga. El Astroballe, aunque los taronjas nunca han ganado allí, es una pista en la que se puede rascar en esta temporada. Pero para eso hay que hacer las cosas bastante mejor de como las hizo el Valencia durante gran parte del encuentro. Las 18 pérdidas es un síntoma del mal partido de los valencianistas.
Sólo Kalinic (18 puntos y 19 de valoración) estuvo a la altura de un duelo que habría necesitado más energía para doblegar un rival muy físico pero mucho más justo de talento que otros equipos a los que el Valencia ha derrotado este año con brillantez. La gasolina le llegó a los taronjas hasta mitad del tercer cuarto. En ese momento, parecía que con un arreón, los de Ponsarnau podían llevarse el partido. Pero fue todo lo contrario. Los franceses se fueron hasta un +18 que fue una montaña insalvable pese a la intentona final.
Volvió Marinkovic, con una presencia aún testimonial, aunque el Valencia está echando de mucho de menos a Prepelic y sobre todo a Dubljevic. Williams, Labeyrie y Tobey se apañan en la ACB pero en Euroliga la presencia del capitán se antoja imprescindible. En el ASVEL, Howard (17 puntos y 24 de valoración) fue el que ejecutó pero estuvo muy bien escoltado por Yabusele, Walton e incluso Hayes.
Kalinic aglutinó los primeros ataques del Valencia Basket anotando 8 de los 10 primeros puntos taronjas. Los franceses ajustaron y la segunda unidad se enrocó y el Valencia percibió que el partido iba a estar en el barro (+6 al descanso para los locales).
Bajón. Los taronjas salieron del vestuario enchufados y con un parcial de 0-11 se pusieron por delante (42-45, min. 24). Pero justo cuando las cosas empezaban a sonreirle al Valencia, una técnica a Kalinic (otra más) invirtió la tendencia. El equipo español se desconcentró, el ASVEL dio un tirón y hasta ahí llegó el Valencia, desfondando en el último cuarto.