Marcha de campeón
Los Lakers ganan a los Bucks y son líderes de la NBA y favoritos a repetir título con un LeBron descomunal
En el duelo de pesos pesados, los Lakers asaltaron Milwaukee y batieron a los Bucks (106-113) a golpe de triples (19/37) y con LeBron James al timón: 34 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias en casa de Giannis Antetokounmpo. No es un asunto menor. La temporada pasada, el 19 de diciembre de 2019, los Bucks ganaron a los Lakers en esa misma pista y un Giannis pletórico hizo el gesto de colocarse con las dos manos una corona en presencia del Rey LeBron. El griego, después, ganó dos premios a los Lakers: MVP por delante de LeBron y Defensor del Año con Anthony Davis segundo.
Pero el anillo de campeón fue para LeBron, Davis y los Lakers, que han ganado dos veces en dos partidos a los Bucks desde aquel gesto de un Antetokounmpo que, tras dos MVP y una extensión de cinco años y 228 millones, está teniendo más problemas esta temporada, incluido un preocupante temblor de muñeca en los tiros libres (horrible 58%). Sus Bucks llegaron al duelo como el mejor ataque de la NBA, pero asustan menos que hace un año.
Los Lakers mandan en la NBA: balance de 12-4
(ocho victorias sin fallo a domicilio), perseguidos en el Oeste por Clippers y Jazz (11-4 ambos). El campeón tiene la mejor defensa de la Liga, y eso sin esforzarse al 100% muchas noches, y el quinto mejor ataque. Su diferencia entre eficiencia ofensiva y defensiva es de +9,9 puntos, la mejor de una NBA en la que es el gran favorito a repetir título. Con las armas de la temporada pasada y una plantilla incluso mejor en la que Marc Gasol tiene un rol perfecto para este momento de su carrera. El español no juega muchos minutos y su importancia depende del rival y las necesidades del día. Pero rodeado de tanto talento sobresale su brillante lectura de juego: el rating ofensivo de los Lakers si se aíslan los minutos de Marc en pista sería de 120,1, el mejor de la NBA y once puntos por encima del total del equipo.
LeBron, en la torre de control, vuelve a asombrar. Con 36 años y en su decimoctava temporada (media vida) en la NBA, sigue controlando los partidos y promedia 24,4 puntos, 7,8 rebotes y 7,6 asistencias aunque dosifica esfuerzos y juega menos que nunca (32,6 minutos por noche) con la mente puesta en lo que sería su quinto anillo de campeón. Siempre con nuevas armas en un arsenal infinito, este año lanza y anota más triples que nunca: 2,6/6,6, un brillante 40%. Cuando ganó su primer título, en 2012, solo lanzaba 2,4 triples por noche (metía 0,9). Volverá a aspirar a un MVP de la fase regular que no gana desde 2013. Y sigue dando bocados a la historia: está ya en el top 50 de siempre en rebotes, es octavo en asistencias y sigue tercero en puntos pero cada vez más cerca del segundo, Karl Malone. Lleva 34.631 y está a 1.459 del ala-pívot. A su ritmo normal lo adelantaría en 54 partidos. A finales de esta temporada o comienzos de la próxima. Por delante solo quedaría, después, esa montaña aparentemente imposible de escalar llamada Kareem Abdul-Jabbar (38.387 puntos).
Leyenda Con 36 años LeBron vuelve a aspirar al MVP de la temporada
Con 15 victorias y seis derrotas el Barça es el nuevo líder de la Euroliga. Lo es porque perdió el CSKA (con quien empatan a triunfos pero adelantan por el average) pero también porque el equipo de Jasikevicius fue capaz de sumar la cuarta victoria seguida en Europa, esta vez, ante el Estrella Roja en Belgrado. Tras una primera parte peleada, con un cuarto para cada equipo, Calathes se hizo con la batuta y habilitó a Higgins y Oriola para sentenciar a los locales, incapaces de superar la defensa azulgrana a lo largo de todo el encuentro.
Arrancó el Barça el partido con un ritmo mucho más alto y dándole, ya en la primera posesión, el balón a Mirotic. Pero el 3-14 con el que acabaron los primeros cinco minutos se fraguó, en gran parte, con un trabajo defensivo excelente.
Bajó en el segundo cuarto el ritmo de anotación, pero el Barça siempre controló una ventaja alrededor de los diez puntos durante los primeros minutos del mismo. Y es que no fue gracias a ningún parcial ni a ninguna actuación individual destacable, pero el Estrella Roja recortó poco a poco la distancia hasta el 21-26. Al descanso, 31-34.
Director. Si el Barça volvió a distanciarse en el partido fue, básicamente, porque Calathes se hizo con la manija del mismo. Habilitó primero a Higgins y luego a Oriola en numerosas ocasiones, y asistió a Kuric para dos triples liberados (que falló). Estrella Roja trató de parar el partido y evitar transiciones, siendo todavía muy competitivos. El Barça ganaba con cierto margen, llegó a ponerse once arriba (36-47), pero nunca estuvo cómodo. Higgins, al final del cuarto, agrandó la ventaja a favor de los azulgrana hasta los 14 puntos, la máxima de todo el choque.
Y es que el Barça, en los últimos minutos, estuvo cómodo. Tuvo acierto y un punto de suerte en el inicio del cuarto, lo que situó el marcador en 4561 y prácticamente finiquitó el choque. Además, la defensa siguió a un nivel altísimo: Estrella Roja sudó cada canasta.