“Nos faltó suerte y también aprovechar las oportunidades”
España ya piensa en el bronce
El seleccionador Jordi Ribera, en su segundo Mundial con España, lamentó la falta de fortuna y de acierto en los minutos finales ante Dinamarca.
“En la segunda parte hemos tenido oportunidades para poder empatar el partido. Pienso que en los últimos quince, veinte minutos nos ha faltado un poco de suerte y un poco de saber aprovechar las oportunidades que hemos tenido, porque de haber igualado, hubiera cambiado mucho la forma de jugar de Dinamarca”.
Los daneses, que defenderán mañana su título vigente ante Suecia, sorprendieron de salida con siete jugadores, vaciando la portería, y con un Hansen mucho más inspirado que en cuartos ante Egipto. “Eran muy importantes los primeros quince minutos para saber cómo nos iban a jugar a lo largo del partido y tuvimos muchas dificultades para defender, pero conseguimos marcar goles y solamente nos fuimos descanso con una desventaja mínima de dos tantos”, añadió.
El empate no llegó, pero Ribera, doble campeón de Europa con los Hispanos y séptimo en el último Mundial, elogió a sus jugadores y la clara mejoría desde el debut ante Brasil.
“Estoy muy orgulloso de mi equipo por la evolución que ha tenido desde el primer día, en cada partido ha estado al cien por cien de sus posibilidades. El bronce sería un gran premio y tenemos que luchar por ello”, destacó, ya con la mente en Francia.
Raúl Entrerríos, el capitán, se retirará este verano sin su segundo Mundial, pero también desea el bronce: “Sería una medalla muy importante para el balonmano español”.
La historia se volvió a repetir 22 años después. En el Mundial de 1999, celebrado en la misma sede que el actual, Egipto, España cayó en semifinales en un desenlace de partido polémico ante Rusia. Con 21-21 en el marcador y a escasos segundos del final, los árbitros expulsaron a David Barrufet por salir de la portería y realizar un corte. Tras esa jugada, Tuschkin anotó y el partido llegó a su fin.
Una España liderada por un genial Talant Dujsebaev y entrenada por el añorado Juan de Dios Román, que no daba crédito a la expulsión. La Selección, hasta ese momento, nunca había llegado tan lejos en el Mundial. Posteriormente, en la cita por el bronce, la Selección cayó ante Yugoslavia.
Un final cruel, pero que marcó un antes y un después en el balonmano español. El desenlace de ayer también tuvo suspense, con el balón de Rubén Marchán topándose con el larguero y posteriormente botando casi en la línea. Era el empate de los Hispanos a 25 segundos del final, y no llegó.
El partido acabó ahí. El pivote del Ademar, que junto a Figueras tenían la gran misión de hacer olvidar al veterano Julen Aginagalde en el torneo, cuajó un gran Mundial... aunque era consolado por todos sus compañeros tras el encuentro, sabedor de que una hipotética prórroga pudo estar en ese lanzamiento.
Eso sí, España aún tiene por delante un reto mayúsculo: la medalla de bronce. Después de ser doble campeón de Europa en los últimos dos Europeos puede parecer un premio menor, pero visto el
Trabajo “Estoy muy orgulloso de mi equipo por la evolución” dijo Ribera