El pasado che de Chust
El central llegó al Madrid con 12 años tras obligarle a salir el Valencia, donde juega su hermano Mark
Jordi Miralles, su profesor de educación física en Rocafort, fue el primer descubridor de Víctor Chust (Torrent, 2000). El maestro, perplejo por el talento y la mentalidad de un niño de 6 años, le aconsejó a sus padres que le llevasen a una escuela de fútbol. La familia, que veía como Víctor también se desenvolvía bien jugando al tenis, eligió el Valencia. En la Academia, apadrinado por el mítico Waldo como técnico, empezó a crecer como jugador. Chust fue derribando puertas en Paterna, pero a los 12 años su vida cambió por completo.
El Valencia, bajo la coordinación de Martín Vila, dio un giro a su política de cantera. La entidad veía como cada año se daban a la ‘fuga’ infinidad de talentos e impuso unas cláusulas de indemnización. Muchos padres tuvieron que firmar unos contratos que les obligaban a compensar al club (unos 60.000 euros) en caso de que sus hijos decidiesen irse.
La familia de Víctor Chust, que ya había rechazado ofertas de otros clubes, se negó a firmar dicha cláusula. La razón de su postura radicaba en un posible traslado laboral del padre a Italia y en consecuencia de todo el núcleo familiar. El Valencia fue conocedor de ello y, aún así, insistió en que debía firmar el contrato. La negativa conllevó que se le diera de baja a Chust a mitad de temporada, truncándose el sueño del chaval de triunfar en el club de su familia y en Mestalla.
Chust quedó libre. Con 12 años sólo quería jugar al fútbol. Estuvo sin equipo varias semanas.
Casi recala en el Burjassot y Atlètic
Amistat. Pero Víctor estaba para un grande. El Real Madrid le echó el lazo. Fue Paco de Gracia quien le reclutó. La familia eligió el club blanco por todas las facilidades que le pusieron, sobre todo a nivel educativo, también porque tenían familia en Boadilla del Monte.
Poco a poco, Chust se fue haciendo el ‘amo’ de Valdebebas y una de las joyas de la Selección Española, junto a Guillamón y Ferran, productos también de Paterna. Por el Juvenil del Madrid apenas pasó por su rápida irrupción y ahora es intocable en el Castilla de Raúl. Zidane cuenta con el valenciano para su día a día y ya le ha hecho debutar en Copa (Alcoyano)y Liga (Getafe). El domingo se cruzará con su pasado, un Valencia al que estima por sus 6 años allí, porque es su casa y porque su hermano Mark (15 años), es uno de los referentes del Cadete blanquinegro.
Contrato La familia no quiso firmar una cláusula y el club che le dio la baja