“Trabajar en segundo plano es una ventaja”
Cara de esperanza, seguridad en sí mismo y felicidad la de Álex Márquez ayer en la presentación de su nuevo equipo, el LCR Honda Castrol. Al bicampeón del mundo no le asusta que su jefe le pida podios y victorias en su segunda temporada en MotoGP. De lo primero ya sabe algo, porque firmó dos segundos puestos el año pasado. Y sobre el triunfo, asegura que no le obsesiona pero lo desea, como también ver de nuevo a su hermano Marc en la parrilla y entrenarse con él en su Cervera natal como solían.
—¿Ventajas y desventajas de estar en el LCR Honda Castrol comparado con hacerlo en el Repsol Honda?
—Es difícil decirlo cuando tienes la misma moto en un sitio y en otro. Entre las ventajas está poder trabajar más en un segundo plano, en un equipo satélite, en el que la presión a priori es menor de cara al espectador y hacia fuera. Aporta algo más de tranquilidad. También es un equipo más pequeño, un contacto más directo y una piña más cercana, que eso también me gusta. Un equipo más familiar en el que hay mucha comunicación. ¿Desventajas? Que no estás en un equipo oficial 100%. De puertas hacia fuera correr en un equipo oficial es muy bonito, pero no siempre te puede aportar cosas positivas de entrada. Está claro que es mi segundo año, pero el primero no fue natural, por decirlo de alguna manera. Este es un año en el que hay que seguir teniendo una evolución como la del primero y quemar etapas. Es por eso que desde el primer momento que tuve esta oportunidad decidí que sí, porque era donde pensaba que podía crecer más como piloto y como persona
—¿Cómo está su hermano?
—Marc está bien, está animado. Cada vez se está sintiendo mejor y eso es positivo. Ya lo vais viendo por redes sociales. Otro invierno más, y ya es el tercero, en el que no he podido entrenarme todos los días con él, así que esperemos que el siguiente sea más tranquilo y podamos preparar una temporada juntos.
—Siguen poniendo a su hermano como favorito al título pilotos como
Mir o Viñales. ¿Lo cree así pese a todo?
—Hay que ver, hay que ver cómo vuelve Marc, dónde y cuándo. Está claro que, cuando vuelva, será el primero que tendrá más ganas que nunca y el hambre de volver a estar encima de la moto y ser competitivo, de volver a pisar podios. Ahora es pronto para hablar y cuando dicen eso los rivales es el juego de meter presión. Creo que cuando se empieza la temporada, los 22 que estamos en la parrilla tenemos opciones de ganar. Tras unas cuantas carreras se va definiendo quién es el favorito.
—¿Para usted, es realista aspirar a ganar carreras?
—Si se ha demostrado algo en los últimos años en esta categoría de MotoGP es que nada es imposible. Ha habido muchos cambios con los nuevos neumáticos. Nada es imposible en esta vida. Está claro que es difícil, pero a base de trabajo se puede conseguir todo, aunque no es algo que me obsesione en estos momentos. Hay que quemar etapas y, si es algo que tiene que llegar, llegará, pero ya digo que no me obsesiona. Me obsesiona trabajar duro, trabajar bien, empezar con buen pie el Mundial, poder intentar estar delante y seguir la evolución que se vio en la segunda parte del año pasado. Estar regularmente entre el top-5 y el top-7 creo que sería un buen resultado para el equipo y para mí, pero, sobre todo, que haya evolución y no estancamiento.
Sobre Marc “Animado y cada vez se encuentra algo mejor”