AS (Aragon)

La Atalanta avisa al Real Madrid con otra goleada

Gasperini cumple y no reserva nada ante un Nápoles ramplón

- M. CALEMME / LA CRÓNICA

La Atalanta llega a la cita ante el Real Madrid del miércoles con ilusión, un gran estado físico y una prestigios­a victoria ante el Nápoles de Gattuso, cada vez más en crisis. Gasperini fue coherente con sus declaracio­nes de la víspera, alineando al mejor once a su disposició­n. Salieron de inicio Maehle, que llegaba en condicione­s precarias, y la pareja Zapata-Muriel: el único que tuvo descanso fue Ilicic.

Los azzurri, con nueve bajas e Insigne que no fue titular por molestias en la espalda, pasaron toda la primera parte en las narices de su portero, aguantando como podían las llegadas de la Dea. Lo hicieron incluso bien, concediend­o sólo una ocasión en la que

Pessina cayó en el área tras un choque con Mario Rui. El árbitro no vio penalti, enfadando muchísimo a Gasperini, que se pasó protestand­o y fue expulsado. Si en la primera mitad faltaron los goles, en la segunda hubo de sobra. El primero lo realizó Zapata, cabeceando con facilidad ante Mario Rui gracias a un delicado centro de su compatriot­a Muriel. Los sureños reaccionar­on mostrando algo de su desapareci­da calidad y pusieron las tablas con una volea de Zielinski tras un pase largo de Politano. El 1-1 aguantó menos de

10 minutos en el marcador, ya que los de Bérgamo volvieron a empujar, demostrand­o una superiorid­ad física y mental evidente. Muriel, en el

64’, enloqueció a Bakayoko, Rrahmani y Maksimovic y le cedió el balón a Zapata, que fue listo encontrand­o en el corazón del área a Gosens, autor del 2-1 para la Atalanta.

Luego, el mismo Muriel alargó la ventaja local con un zurdazo, y ni el regalo de Gosens, que marcó en propia puerta el 3-2, sirvió para despertar a los partenopei. En el 79’, de hecho, la Dea golpeó también a balón parado con Romero, que empujó entre palos un córner lanzado por Djimsiti. Con el partido ya sentenciad­o, Osimhen asustó a compañeros y rivales perdiendo el conocimien­to tras un golpe en la cabeza. El delantero tuvo que ser hospitaliz­ado y, por suerte, se despertó durante el traslado. Mientras, la Dea celebraba otro triunfo. El Madrid está avisado: la Atalanta promedia 2,3 goles por partido...

Osimhen El ariete da el susto tras desmayarse; se despierta de camino al hospital

 ??  ?? Duván Zapata celebra con sus compañeros de la Atalanta el primer gol de los cuatro que el equipo de Bérgamo marcó ayer al Nápoles.
Duván Zapata celebra con sus compañeros de la Atalanta el primer gol de los cuatro que el equipo de Bérgamo marcó ayer al Nápoles.

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