Varane no es intocable
Su futuro es incierto: termina contrato en 2022 y su renovación no acaba de asentarse ● Si en junio, la situación sigue como hasta ahora, el Madrid escuchará ofertas ● Acaba de cumplir 350 partidos como jugador madridista
Raphaël Varane (27 años) cerró en Bérgamo un duelo perfecto en la parcela defensiva del Real Madrid y, personalmente, del central francés: 84 pases, 78 de ellos buenos (un 93% de efectividad); seis duelos de diez ganados; cuatro despejes, siete pérdidas, 12 recuperaciones (el que más del Madrid) y ni una falta provocada. Números notables para celebrar su encuentro 350 en el Real Madrid. En su décima temporada de blanco (llegó en el verano de 2011) y 18 títulos después (entre ellos, cuatro Champions, tres Ligas, una Copa del Rey, cuatro Mundiales de Clubes...), Varane está en su plenitud. Ya ni siquiera se lesiona, lo que en el pasado fue un problema recurrente. Y sin embargo, su futuro en el Real Madrid es más incierto que nunca.
Varane finaliza su contrato en junio de 2022 y las conversaciones para prolongar su vinculación con el Real Madrid no se asientan. El central ya atravesó una etapa de dudas durante los primeros meses de 2019 y se planteó cambiar de aires, pero el regreso de Zidane volteó esa situación, de momento. Entonces, el Madrid mandó un mensaje rotundo al mercado: “Varane vale 500 millones”, los que dice su cláusula de rescisión. Ahora, la postura blanca es bien diferente.
En el club blanco son conscientes de que el defensor entrará en junio en su último año de contrato; por tanto, el verano de 2021 será la última oportunidad para sacar una buena cifra por él en concepto de traspaso, siempre que no se haya abierto a negociar la renovación de su contrato. Si en junio las circunstancias se mantienen como hasta ahora, el Madrid escuchará ofertas, sabedor además de que Varane es uno de los pocos nombres dentro del vestuario madridista por los que puede negociar un traspaso potente. Y ofertas no le van a faltar. Uno de los últimos en interesarse por la situación del central es el Liverpool. Las lesiones de Van Dijk y de Joe Gómez han dejado a los de Klopp bastante tocados en la parcela defensiva.
Vale 70 millones. A sus 27 años, que serán 28 en abril, Varane tiene todavía cuerda para rato y ha dejado atrás etapas en las que su físico parecía no soportar la dinámica de dos partidos a la semana; en la actual coyuntura de falta de centrales de primer nivel a precios asequibles (el Sevilla, por ejemplo, pide por Koundé los 90 millones de la cláusula), un jugador como el ex del Lens por una cantidad razonable (Transfermarkt lo valora en 70 millones de euros) tendría seguro pretendientes en el mercado.
No era la idea del Madrid, que confiaba en que Varane heredase el puesto de Ramos como jefe de la defensa blanca, acompañado de otra gran figura cuando el capitán se marche (si fuese este verano, la idea es que llegue Alaba). Pero si no hay acuerdo para extender el contrato este verano, en el club entienden que la etapa de Varane en Madrid podría considerarse absolutamente provechosa para todas las partes: llegó en 2011 con sólo 18 años procedente del Lens, a cambio de 10 millones de euros y por consejo personal de Zidane. Su protagonismo fue creciendo año a año para los Mourinho, Ancelotti, Benítez, Zidane, Lopetegui, Solari y de nuevo Zizou, hasta el punto de que este curso es el segundo jugador con más minutos disputados, sólo superado por Courtois; la campaña anterior rozó los 4.000 minutos, al igual que en la 2018-19.
Valor La web alemana Transfermarkt lo tasa en 70 millones de euros
Ofertas El último en sumarse a la lista de candidatos es el Liverpool
Respondemos al drama en función de cómo de grandes son nuestros sueños. Lo dice el escritor David Mamet. Por eso en el Madrid cada semana parece que acabara de explotar un reactor de Chernóbil. Porque el madridista, otra cosa no, pero sueña en modo jumbo.
Cada parte médico que publica el club me lo tomo como si dos inspectores de homicidios se bajaran del coche patrulla frente al porche de mi casa: me sujeto al quicio de la puerta, temiéndome lo peor y a punto de sufrir un desvanecimiento, hasta que alguien me trae un vaso de limonada. “Por favor, no me digan que es una nueva lesión muscular de Hazard. Otra vez no”. Únicamente en un club tan propenso al drama como el Madrid podría desatarse una crisis institucional instantes antes de levantar una Copa de Europa recién conquistada. Ocurrió en Kiev, en el tramo desde el pitido final hasta la celebración en esa tarima improvisada con el 'We are the champions', cuando Cristiano hizo arder Troya anunciando ante los micros que se iba. Dice el humorista Louis CK que para él sus vacaciones duran lo que va desde que consigue cerrar el maletero del coche con todo el equipaje y su familia dentro hasta que da la vuelta al coche y se sienta en el asiento del conductor. En el Madrid la gloria dura todavía menos.
anar a una Atalanta con diez por la mínima no es suficiente. Algo falla. Aparte de la plaga de lesiones, el equipo sufre una lacerante falta de gol. Y Casemiro (segundo máximo anotador, no lo olvidemos) no estará en la vuelta. Y Modric tiene 35 años. Porque con Modric la afición blanca actúa como ese niño que descubre de repente que su padre no va a estar ahí para siempre y se obsesiona con el tema. Es como asomarse a un abismo cada vez que alguien me repite la edad de Modric. No sabemos qué será de nosotros sin el croata vigilando desde el medio al resto del equipo, como a los niños a los que Holden Caulfield quería salvar mientras caían fuera del campo de centeno.
DGecía Valdano el otro día a tenor de un documental sobre Pelé que para los mitos ganar no supone una alegría, sino un incontenible alivio. Sus dramas son grandes porque sus sueños son grandes. Son felices siendo miserables. ¿Quién quiere conquistar la felicidad cuando solo es un instante justo antes de querer más felicidad? A mí dadme el drama porque mis sueños son grandes.
Es como asomarse a un abismo cada vez que alguien me repite la edad de Modric