Un equipo de héroes, un grupo inmortal
El Athletic pisará una nueva final. Se ha convertido en pura rutina. Son días de sacar pecho, de bilbainadas, pero la travesía ha sido larga y muy dura. Sólo una Supercopa, la de 2015, desde los títulos de los 80. Nadie se olvida de ese viaje por el desierto, pero todo el éxtasis actual borra décadas de amargura. A este equipo hay que darle muy fuerte, destrozarle, para que caiga a la lona. A base de remontadas, de pases agónicos, se ha forjado una leyenda de grupo de héroes que son inmortales. Séptima semifinal superada. ¡Qué gozada! Coger la costumbre de pelear los títulos a los grandes es algo que va a quedar grabado para siempre en esta época de desgracia por la maldita pandemia.
La Supercopa de este año ya está en las vitrinas del museo de San Mamés y ahora se abre la posibilidad de un triplete en el corto período de tres meses. Una locura. Entre 1985 y 2009 (24 años), cero finales. Y entre 2009 y 2021 (12), ya van nueve. El grupo está abonado al éxito. Siempre hay que contar con la suerte como compañera de viaje. En la jugada definitiva de ayer que sellaba la remontada, Morcillo liberó un espacio vital. Berenguer, que ha justificado su fichaje por cosas como la de ayer, fue pensando qué hacer, cargó la pierna y disparó. El balón tocó de forma afortunada en el hombro de Vukcevic. En realidad, el choque estaba muy controlado. Confían tanto en lo que hacen que son indestructibles.
El Athletic mostró su jerarquía y oficio. Marcelino tiene que estar alucinando. Llegó en enero y cuando lo haces en sus circunstancias es porque algo no funciona. Había crisis, aunque ahí estaban la final de Copa ante la Real del 3 de abril y la Supercopa. Abrochó esta, aunque había que currárselo, por la calidad de los rivales. Y ha añadido otra final de Copa. No sé si estoy en una nube. Si es así, que a nadie se le ocurra bajarme de ella. Nos empadronaremos en La Cartuja.