Marcelino debe liderar la reconstrucción
La derrota obliga a mirar a los jóvenes en la temporada que le resta
■ EI Athletic regresó ayer por la mañana a casa tras el batacazo. Hubo un pequeño grupo de hinchas alentando al abandonar el hotel de concentración de Sevilla y nadie en el paso por Lezama. Un funeral. Marcelino concedió la tarde libre a la plantilla y los jugadores se fueron a sus hogares a mascar otro fracaso copero. La Copa tiene dueño y de nuevo es el rival del Athletic. Europa se ha vuelto a escapar vía Copa y se ha puesto imposible la séptima plaza.
Van siete partidos seguidos sin ganar. El efecto Marcelino, una bendición de aire fresco de enero, se ha diluido. Sacó al once rojiblanco más veterano en 13 meses. Koeman le ganó la partida del medio campo.
El técnico tiene contrato el año próximo y debe abanderar una nueva etapa, con protagonismo a los chavales que vienen empujando, casos de Vencedor, Morcillo y Villalibre. Los Nicos, Serrano y Williams, no deberían tardar en dar el salto. “Hice todo lo que dio el cuerpo de sí, estoy mal. Estamos desilusionados, pero esto continua y, a terminar bien lo que queda. Esta situación la hemos vivido más veces y en eso consiste, en levantarse cada vez que uno recibe golpes. Cinco finales en diez años quiere decir que las cosas se han hecho bien”, sostuvo Muniain. El Athletic es el peor finalista copero de la historia: seis citas seguidas perdidas, desde 1985.