Florentino Pérez, en ‘El Larguero’: “Estoy triste y decepcionado. Nunca vi tanta agresividad” “Un equipo inglés no estaba muy convencido” “Algunos no quieren perder privilegios” “Sin la nueva competición nadie podrá fichar a Haaland o Mbappé”
a la anunciada salida de los clubes ingleses, estamos convencidos de que nuestra propuesta está totalmente alineada con la legislación y normativa europea (...). Dadas las circunstancias actuales, reconsideraremos los pasos más adecuados para remodelar el proyecto".
Pero finalmente todo saltó por los aires cuando el Atlético y los clubes italianos, casi de manera escalonada, se fueron autodescartando. El que más reticencias mostró fue la Juve. "Conocemos la solicitud e intenciones expresadas por algunos clubes, retirarse de este proyecto, aunque no se han completado los trámites necesarios en virtud del acuerdo entre los clubes. En estas circunstancias, hay pocas posibilidades de que el proyecto original se complete". Hay que recordar que el presidente juventino, Andrea Agnelli, ha sido uno de los principales impulsores del proyecto junto a Florentino Pérez.
En cualquier caso, las 60 horas que duró el proceso en Europa fueron el resumen perfecto de la desbandada en la que se vio envuelta la Superliga. La nueva competición vio la luz en la madrugada del domingo y sólo dos días después la mayoría de sus 12 fundadores ya se había borrado. El primero en dar el paso fue el Manchester City (martes, 22:25), seguido unos minutos después por Liverpool, Arsenal, United y Tottenham (23:55). El Chelsea fue el último en tomar la decisión del Big Six y no fue conciso con el tema hasta la 01:50 de la madrugada del martes.
Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético, ha enviado una carta a los 130.000 socios donde pide perdón por "la confusión" y explica la postura del club: "El club decidió aceptar la invitación con la intención de defender los intereses del Atlético. No nos podíamos permitir no estar en ese grupo. Sin embargo, las condiciones y circunstancias no se han cumplido".
Éxodo italiano. Pero la cosa no quedó sólo en los clubes de la Premier. Italia siguió con la veda que habían abierto en las Islas Británicas. El presidente del Inter, a altas horas de la madrugada, comunicó la salida de su club pero no fue hasta la mañana del miércoles
GIL MARÍN PIDE DISCULPAS
Les llenamos los campos y encima nos quieren ganar”. Dicen las malas lenguas que Santiago Bernabéu comentaba esas cosas cuando visitaba los campos modestos. Liderar es duro. Dar ejemplo,soportar las envidias, aguantar las puñaladas de los que quieren tu trono, saber ganar, saber perder, ser generoso, competir a todas horas, desear más que nadie la victoria y no rendirse. Y no patalear cuando te hacen trampas. Y al Real Madrid le están haciendo trampas y el árbitro no ejerce. Florentino Pérez ha querido repetir la fórmula de Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham con Neymar y Mbappé y no ha podido porque ya no compite con clubes, sino con Estados árabes y la UEFA lo permite porque es comisionista del petróleo, como se demostró en la designación de Qatar para el Mundial (FIFA) o en la Supercopa en Arabia (RFEF).
Pérez es un empresario de 74 años que no es dueño del Real Madrid aunque las condiciones para acceder a la presidencia sean poco democráticas. No me gusta su cinismo respecto a los aficionados, ni su visión ultracapitalista del fútbol, no comparto ni su gestión comercial del Real Madrid. Pero ha emprendido una batalla contra el sistema opaco y clientelar de las federaciones y ahí le doy mi apoyo. Imagino que los Agnelli o los Gil se darán codazos de incomprensión cuando le escuchan. Nosotros queremos forrarnos, pero este qué pretende. Salvo Laporta, que también preside un club de socios aunque en ruinas, el resto de clubes de la Superliga son empresas y todos son libres de cambiar al gestor de las competiciones.
La competición no es de la UEFA y menos de los Estados. Es de los aficionados, cuya organización natural son los clubes, de los que no se salva ninguno. El que no le usurpó el poder a los socios, lo ha comprado, pero ninguno ha cedido el poder a la gente. Las federaciones, perseguidas hasta por el FBI y haciendo espantajos como la Liga de Naciones, han perdido su credibilidad para liderar el fútbol. Con la afición desamparada, “aquí no se salva ni dios, lo asesinaron”, que escribió Blas de Otero.
La competición no es de la UEFA y menos de los Estados. Es de los aficionados...