La llamada que ha tumbado el proyecto
Los clubes ingleses dieron un paso atrás tras los contactos con el Gobierno ● Un impuesto de lujo y complicar los permisos de residencia están detrás de esta salida
El que Andrea Agnelli el martes por la tarde definía como un proyecto "de éxito al 100%" gracias a "un pacto de sangre" ya ha desaparecido. La Superliga, que el domingo a la noche parecía imparable, se ha ido desmoronando hora tras hora, hasta el desastre que vivió ayer. Si el presidente de la Juventus y Florentino Pérez fueron los grandes impulsores del proyecto, los autores de su fracaso son, sin duda, los equipos ingleses.
El Reino Unido fue el que peor recibió la noticia de la nueva competición. En Italia, por ejemplo, una buena parte de los aficionados de los tres equipos involucrados, apoyó la iniciativa, que se veía cómo una oportunidad para volver a ser competitivos tras una década en caída libre. Entre los ingleses, en cambio, no lo celebró prácticamente nadie.
Entre el rechazo popular, que llegó a causar hasta manifestaciones por la calle (vimos lo que pasó con el autocar del Chelsea) y el miedo a devaluar un producto nacional de éxito como la Premier League, se empezaron a mover las instituciones.
Según pudo saber AS, el Gobierno se puso en contacto con los clubes ‘rebeldes’ para lanzarles un claro mensaje, una llamada que dinamitó el faraónico proyecto. El mensaje del primer ministro tenía la siguiente lectura: no se puede impedir legalmente esta competición, pero sí se puede aprobar un durísimo impuesto sobre el lujo (luxury tass)
Argumento El rechazo popular y el miedo a devaluar la Premier, el detonante