Benzema vale lo
Un golazo de volea del francés, otra vez el mejor, permite al Madrid llegar vivo a Stamford Bridge
Zidane se fue a los tres centrales, que ahora es mal menor por varias razones. La principal, que el séquito de Benzema en ataque está muy lejos de aquellos tiempos de la BBC, un bombardero que no miraba a retaguardia y que justificaba de sobra esa juerga loca del 4-3-3. Pero es que además a Zidane, aunque tarde, se le ha aparecido el banquillo con el renacimiento de Nacho y Militao (excelente otra vez), más Marcelo, que con la red de un central de más aún tiene recorrido y el plus de la experiencia en una competición que él y el Madrid traducen como nadie.
Tuchel tampoco tocó nada. Le ha ido bien con ese 3-4-2-1 que amuralla al equipo por el centro con Kanté y Jorginho, un cerrojo de doble vuelta, y sin su fichaje estrella, Havertz, que aún debe coger ese punto canalla que tiene la Premier. El partido, en cualquier caso, tuvo más marcha de la prevista. El furgón blindado pasó de largo.
El Chelsea es un equipo de enorme exuberancia física para el que cualquier zona del campo es aprovechable. Con y sin balón. Más incluso sin balón. Así que, presumiendo de vigor extremo, se fue a buscar al Madrid allá donde estuviese. A por los centrales, a por los laterales, a por Casemiro, a por los constructores. Aquella manada azul resultó un verdadero incordio para el equipo de Zidane. Más con un árbitro, Makkelie, muy permisivo con los contactos.
El Chelsea de Tuchel es un experto en penalizar la pérdida ajena. Pudo hacerlo pronto, en una llegada de Mount, con dejada de Pulisic de cabeza y remate de Werner a tres metros de la línea de gol. Courtois sacó un pie por reflejos y evitó un gol seguro. Aquello no acabó con el dominio del Chelsea, un equipo de extraordinaria