Que sí, Karim; se puede
El árbitro holandés Makkelie fue ejemplar y logró que nadie se acordase de Ceferin. Las tablas anuncian partidazo de vuelta en Londres. Estambul aún es posible...
Estamos vivos. Hagamos un ejercicio de honestidad emocional. Si nos dicen antes del match que esto iba a terminar 1-1, los madridistas nos hubiésemos frustrado y habríamos pensado que estamos out.
Pero después de lo sufrido y padecido en los primeros 20 minutos, el 1-1 es como la tabla de madera a la que se encaramó Kate Winslet
con la ayuda de su salvador Leonardo DiCaprio. Kate vivió para contar aquella tragedia naval y confío en que el Madrid haga lo propio tras su paso por Stamford Bridge dentro de una semana en Londres. Cuando Pulisic,
un norteamericano de Pensilvania, batió a Courtois, los nubarrones de Valdebebas se condensaron anunciando tormenta. Encima marcó en el minuto 14, el número mágico que hace soñar a la afición blanca con otra Copa de Europa para la renovada Sala de Trofeos. Y pudo ser peor. En pleno vendaval blue y antes del gol del lobo americano, un alemán rubio y con cara de susto nos perdonó la vida. El nueve del Chelsea fue más Timo que Werner (así se llama). Su regalo, resuelto con una parada de Courtois a bocajarro, puede tener su peso en oro dentro de siete días. En la Champions, el que perdona, lo paga...
Karim y Raúl. En la tabla de goleadores históricos de la Copa de Europa/Champions, quitando a Cristiano (135), Messi (120) y Lewandowski (73), pensé que nadie cogería nunca a nuestro amado Raúl (71). Pero Benzema es mucho Benzema desde que se fue el portugués. Como la hormiguita feliz, va facturando goles, títulos y prestigio. Y ya se ha puesto altura del eterno capitán blanco. Sin duda, Karim es a día de hoy el nueve que mejor juega al fútbol en este mundo. No será tan killer como Lewandowski, pero juega con la elegancia de un cisne y empieza a cazar con la fiereza de un Tigre de Bengala. Su golazo, una obra coral en las alturas en la que colaboraron Casemiro y Militao, fue el toque de corneta que sacó al Madrid del miedo. Ya había tocado a corneta con un chutazo al poste. Karim es el líder del Madrid de Zidane, que no ha dicho su última palabra.
Microclima. En Valdebebas hay una especie de ‘Triángulo de las Bermudas’ meteorológico. Si en Madrid capital llueve normal, aquí diluvia. Pasó ante Barça, Betis y ahora el Chelsea. Con el futuro Bernabéu cerrado se acabará esta pesadilla pluvial.
A la cueva. Ayer supimos que unos arqueólogos de la Universidad de Jerusalén han hallado restos de presencia humana en la cueva Wonderwerk (Sudáfrica), que se remontan a 1,8 millones de años. Pasa a ser la primera cueva habitada por el hombre. Pues hasta allí pueden irse todos los que están con la pala preparada para enterrar al Madrid en esta Champions. Hasta el rabo todo es toro...
Feliz precedente. En este mismo día, 27 de abril de 1980, los blancos firmaron una noche mágica en el Viejo Continente.
En las semis de la Copa de Europa tumbaron al Barça (3-1). Un doblete de Puskas y otro gol de Gento completaron la eliminación de los culés y el pase a la final del Hampden Park, la más famosa de la historia de la competición. Ya saben, 7-3 al Eintracht de Franfort, con cuatro goles de Puskas y tres de Di Stéfano.
Recuerdos en blanco satén.
Va por ti. En una noche tan especial quiero acordarme de Fermín Calero, el histórico Presidente de Honor de la Peña de Carabanchel. Un buen hombre y un madridista fiel y honesto que se nos ha ido para siempre. Amigo, iremos a Estambul.
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—Hemos entrado con una propuesta y no hemos conseguido hacerlo al principio, pero cuando hemos empezado a hacerlo ha sido totalmente diferente.
—Nosotros no elegimos el ritmo del partido. Tenemos que adaptarnos a lo que hay. Ha sido un partido difícil, como todos. Pero estamos tranquilos. Hay otro partido. Estamos bien y sabemos lo que tenemos que hacer. El partido de vuelta va a ser diferente.
—Sí, el equipo somos más de 25 jugadores. Estamos todos para ayudar. Uno mete el gol, pero estamos trabajando todos duro todos los días. Estoy contento por Karim.
—Ahora vamos a descansar y a ver qué tenemos que hacer, pero seguramente va a cambiar en Londres.
—Estamos trabajando duro, haciendo las cosas que pueden salir bien. El Madrid va a luchar hasta al final. El mensaje para la afición es ese: que nos apoyen hasta el final que nosotros vamos a luchar.