Cuando el disfrute se antepone a la propiedad
Cuando uno se dedica a la información del motor, llega a tener una percepción bastante aproximada de las tendencias de mercado. No me refiero a precisión estadística o estudios concienzudos, simplemente a simples sensaciones pero que suelen ser fiables. Es así porque, sobre diferentes cuestiones, te preguntan familiares, amigos, compañeros, amigos de amigos, desconocidos ahora a través de las redes sociales... Buscan una visión independiente sobre determinadas cuestiones, una fuente de información más para formarse un criterio o tomar una decisión sobre algo tan importante, al menos en lo económico, como la compra de un vehículo. Y en este contexto, he comprobado como en el último par de años son cada vez más los que me cuestionan sobre nuevas formulas de acceso a la movilidad que van más allá de la clásica compra, especialmente por el renting.
Los buenos datos del sector refrendan lo que para mí es una impresión. Lo indiscutible es que el interés por este sistema de disponibilidad de un vehículo crece por varias razones y todas con sentido. La primera, y diría que universal, es que son muchos los que empiezan a mostrar un cierto desapego por ese concepto de la propiedad. Los jóvenes más que cualquier otro grupo de población, por motivos igualmente evidentes: precariedad laboral, ingresos bajos y poco acceso al crédito. Otra razón importante para tener en cuenta el renting como opción son las facilidades del todo incluido, muy apreciables por aquellos usuarios que tienen en su coche un mero medio de locomoción y apenas les interesa más allá de eso, con lo que olvidarse de todas las gestiones que acarrea su posesión les parece tan atractivo como tentador en la mayoría de los casos.
También tiene mucho peso en este sentido la incertidumbre que generan los cambios legislativos y las nuevas tecnologías en la automoción. Hay montones de dudas sobre qué motorización elegir, cuál será la más adecuada en los próximos años, así que optar por el compromiso temporal que supone el renting se revela como una solución perfecta para afrontar este periodo de transición hacia la descarbonización de la movilidad. Así que, como vemos, argumentos para apostar por esta propuesta no faltan.