El Submarino
El Villarreal resiste en Londres y conserva el 2-1 de la ida ● La final, ante el United el 26 de mayo
con un país detrás de todos ellos alentando. Porque el Submarino, quién lo iba a decir, es el único representante español que sigue vivo en Europa. Esta vez, aunque parezca mentira, era más importante saldar las deudas del alma que las de las vitrinas, pero no hay que olvidar que, más allá de la alegría, el equipo de Emery se ha ganado optar a un título que, además, podría otorgarle una invitación a la Champions.
La puesta en escena de inicio del Villarreal fue fabulosa. El planteamiento de Emery, al que se le acusó de conservador en la ida cuando pudo sentenciar, fue determinante. Mandó presionar arriba y tener pausa con balón. Con Pau, Parejo y Trigueros todo parece más sencillo. El Arsenal compareció con el morro torcido al perder en el calentamiento a Xhaka. Arteta tuvo que tirar de Tierney, a medio gas por unas molestias musculares. Chukwueze supo oler el miedo y le castigó encarándole una y otra vez. Del nigeriano fue la primera ocasión con una buena rosca (5’). La segunda fue con una falta de Parejo (23’). Con todo controlado, pese a que curiosamente el jugador más determinante del Villarreal, Gerard, estaba siendo el menos entonado, todo cambió en un minuto. Primero, con el estreno en de Aubameyang, cuyo disparo tras una melé pegó en el palo (26’). Y unos instantes después con la lesión de Chukwueze, que dio un respiro a la defensa del Arsenal a la vez que otorgó una nueva oportunidad a Emery para demostrar de qué pasta está hecho: de todas las opciones que le brindaba el banquillo eligió a Yeremy, canterano de 18 años.
En 2-1 global mantenía al Villarreal sin sufrir, aunque sus aspiraciones se sostenían en un alambre. El Arsenal regresó con los niveles de ansiedad disparados. Partey no estaba a gusto como organizador del cotarro. Ni Odegaard como animador. Los extremos, Pépé y Saka, fueron engullidos por el amor propio de Mario y Pedraza, respectivamente. Aun así, el conjunto inglés
mejoró aprovechando que el Villarreal regresó algo despistado. Pépé y Smith-Rowe, en el segundo fallo grosero de Rulli, pudieron cambiar el rumbo del duelo. Como también lo pudo hacer Gerard después (53’), que tras hacer
26 goles este curso ha llegado a este cruce con menos brillo de lo habitual pero igual de comprometido. El ariete pudo hacer mil cosas y eligió la peor.
Así se llegó a un final de infarto en el que Aubameyang volvió a rematar a la madera de cabeza (79’). Menos mal que el Villarreal dio una lección de entereza con Albiol a los mandos y no aireó sus temblores, y que el Arsenal ofreció una exhibición de impotencia. Las gotas de sudor y sufrimiento en la expedición amarilla, por fin, se transformaron en lágrimas de emoción y orgullo. El Roig que se derrumbó con aquel penalti de Riquelme y un descenso a Segunda inesperado mutó en el presidente más radiante junto a otro pilar del proyecto como es su hijo. Mientras, Emery, que perdió una final de la Europa League
FINAL EN GDANSK (POLONIA) CON 9.500 AFICIONADOS
La final de la Europa League se disputará en el Gdansk Arena de Polonia el próximo miércoles 26 de mayo (tres días antes que la Champions). La UEFA permitirá un 25% de aforo, así que habrá 9.500 aficionados. Dará 2.000 tickets a cada club, 2.000 más ya los puso a la venta (entre 40 y 130 euros) y se guarda 3.500 para compromisos.