Zidane Adiós con honores
Ayer, por segunda vez en su carrera, Zidane dejó de ser oficialmente entrenador del Real Madrid. El francés se acercó a la Ciudad Deportiva a recoger sus pertenencias y a despedirse de los trabajadores del club que había presentes. Entre ellos, Lucas Vázquez, se que encontraba en el gimnasio recuperándose de una lesión. Estuvo allí 45 minutos. Poco después, el Madrid hacía oficial su marcha a través de un comunicado en el que ensalzaba la figura del técnico como una “leyenda”. Ni un reproche para el entrenador de la tres Champions consecutivas, al que el club le muestra su agradecimiento. No hubo ni habrá una rueda de prensa como sí se dio tras finalizar su primera etapa. Fue por petición del propio Zidane. El club lo entendió y le premió con frases llenas de elogios: “Zidane es uno de los grandes mitos del
Real Madrid y su leyenda va más allá de lo que ha sido como entrenador y jugador de nuestro club”. Y añade: “Él sabe que está en el corazón del madridismo y que el Real Madrid es y será siempre su casa”. O sea, que le deja la puerta abierta para un posible tercer regreso en el futuro...
Motivos. Zidane llevaba desde marzo generando dudas con su continuidad. A pesar de tener contrato hasta 2022, se había negado en todo momento a asegurar el cumplimiento del mismo. La principal razón es su política de trabajo: la idea es, como siempre ha comentado en rueda de Prensa, ir día a día midiendo sus sensaciones, que desde hace meses no son las ideales. Ha acabado agotado tras una temporada tan exigente. El equipo ha sufrido muchos problemas (casi 60 lesiones, coronavirus, falta de gol, arbitrajes infames...) y él siempre ha salido a dar la cara. El desgaste se ha hecho notar en sus últimas ruedas de Prensa, en las que se veía a un
Lucas El gallego coincidió con él en Valdebebas y se despidió en persona
Plantilla El francés comunicó su salida a los jugadores por teléfono
Proyecto Zidane no se ha visto preparado para liderar la renovación del grupo
Desgaste Ante la Prensa había perdido su sonrisa
Zidane mucho más apagado de lo normal. Y sin sonreír.
Otro motivo que ya provocó su salida en 2018 fue la necesidad de reformular el equipo. Por aquel entonces, Zidane tenía la idea de realizar algunos cambios, pero ante las discordancias con la directiva y la responsabilidad de tener que ‘echar’ a jugadores que le habían dado todo, prefirió irse. Este verano, el Madrid prepara un nuevo proyecto que pasa por finiquitar a muchos futbolistas, algunos de ellos leyendas, y darle más peso tanto a los fichajes que lleguen como a los jóvenes, incluyendo los cedidos (Ceballos, Odegaard...). El francés no se ve preparado para liderar este duro proceso.
Esto está estrechamente ligado a otra de las causas. Si algo ha caracterizado a Zizou estos años ha sido la defensa que ha hecho de su staff y sus jugadores. Futbolistas como Varane o Ramos, que han sido fundamentales en su idea, están cerca de salir del equipo. Sin ellos, el francés queda debilitado ya que, además de ser de su confianza, piensa que siguen teniendo mucho fútbol que dar al Madrid.
Sin embargo, un motivo que desató la incomodidad de Zidane llegó a mitad de temporada. Cuando peor iban las cosas para el equipo, coqueteando con la eliminación de Champions, algunas personas desde dentro del club filtraron que su continuidad no estaba asegurada. Esto es algo que el entrenador marsellés no aceptó teniendo en cuenta que aún no se había caído en ninguna competición. El tiempo le ha dado la razón ya que, menos en Copa, el Madrid ha peleado hasta semifinales de Liga de Campeones y hasta la última jornada en Liga.
Las críticas desde dentro del club no han sido las únicas que han molestado al entrenador. Cree que desde los medios de comunicación se le ha ‘pegado’ demasiado y, normalmente, sin motivo. Ha dejado claro su malestar en varias ocasiones ante la propia Prensa a lo largo del curso.
Jerarquía Él quería contar con Ramos y Varane