“Fue el partido más largo de mi vida. Nunca pité uno así”
Barcelona 92. “Cuando me preguntan si la final de la Champions fue mi gran día como árbitro siempre contesto que tengo donde elegir porque tuve el honor de pitar en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Dirigí el partido por la medalla de bronce y no pité la final porque afortunadamente estaba España, que ganó el oro. Así comparto acontecimientos. Sin olvidar que en el 94 estuve en el Mundial de EEUU y en el 96 en la Eurocopa de Inglaterra. Si me tengo que quedar con uno me quedo con los Juegos por mi concepto global del deporte. Viví feliz en la villa olímpica. Era algo más que un partido en sí”.
La noticia se la da un periodista. “La final de Champions tiene más singularidad. Es la culminación a un trabajo, a un esfuerzo y a una dedicación al arbitraje de forma seria, profesional. Para que a un árbitro le den este partido tienen que darse una serie de circunstancias. La primera que no juegue un equipo español y la segunda que estés en plena forma y ofrezcas garantías. Para un árbitro pitarla debe ser como para un futbolista jugarla. Y si la gana mejor. Me enteré de mi nombramiento en la puerta de mi casa de Oviedo y me lo dijo un periodista que precisamente me iba a buscar para entrevistarme. Al Comité de Árbitros la noticia se la di yo. Es curiosa la situación. Ellos tampoco sabían nada. Tuvieron que llamar a la Federación y a la propia UEFA para confirmarlo. La ilusión fue enorme. Lo afronté igual que cualquier otro partido. El protocolo previo era el mismo. Solo cambia un poco la escenificación. Todo está bajo control, minutado”
“Viajé el día anterior a Roma”. “Nos hospedamos en el hotel donde estaban todos los invitados y directivos de la
Como recuerdo solo nos dieron una medalla con el escudo de la UEFA, pero fue un honor”
“Tampoco olvido que pité por el bronce en los Juegos de Barcelona y viví en la Villa Olímpica”