El título le cuesta al club once millones de euros
La entidad rojiblanca tiene que pagar bonus estipulados en los contratos de los jugadores y a varios de sus equipos de origen
El Atlético conquistó su undécimo título liguero y finalizó haciendo historia en la temporada 2020-21. Los aficionados del equipo rojiblanco volvieron a visitar Neptuno y Simeone ya tiene su segunda Liga como técnico del conjunto madrileño, después de la conquistada en la temporada 2013-14, ambas en un periodo de tiempo de siete años entre una y otra.
Desde el punto de vista económico, sin embargo, el título no supone unas grandes ganancias para el Atlético. La consecución del trofeo liguero le ha supuesto al club del Wanda Metropolitano un desembolso total de once millones de euros.
El principal motivo es que el Atlético tiene unos bonus en los contratos de los futbolistas. Bonus, a cobrar tanto a nivel individual como por los clubes de origen de los futbolistas. Es ya una norma entre los mismos cuando se traspasa a un jugador.
El club madrileño tendrá que satisfacer ahora esos bonus que se pactan en la firma de los respectivos contratos. Contra este desembolso, el Atlético sí tiene partidas a su favor. Sobre todo con sus principales patrocinadores, que son dos, Nike y Plus500.
El Atleti, al ser campeón, gana unos 3,5 millones de euros más de los derechos por televisión. Pero el balance para el club es negativo en este sentido. El
Atlético, como es lógico, subirá su caché durante la próxima temporada a la hora de contratar partidos amistosos. Ser primero de LaLiga tiene una cotización especial y una gran repercusión en el mercado extranjero, algo de lo que se beneficiará el conjunto madrileño en futuros contratos, así como con las marcas que quieran asociarse al Atlético.
Pandemia. El club madrileño, por otro lado, no tiene que pagar una prima colectiva por conseguir el título liguero. La pandemia y la crisis sanitaria han hecho mucho daño al fútbol y el Atlético no es una excepción en este sentido. Los jugadores supieron entender que si no hay ingresos, no pueden cobrar una prima colectiva que en circunstancias normales sí habrían recibido. La plantilla rojiblanca supo entender en su momento el enorme esfuerzo del club en tiempos tan difíciles.
Fue un día precioso. Mejor de lo que había soñado”. Así resume Gonzalo Caballero (Madrid, 1991) todas las emociones que el sábado, en Navalcarnero, se le arremolinaron bajo el traje de luces, en su regreso a los ruedos. Lo hacía 595 días después de sufrir una grave, gravísima cogida, en Las Ventas, el 12 de octubre de 2019. “Llegué a asumir mi muerte”, confesó. De hecho, lo estuvo, muerto. Nueve minutos. “Tenía una cornada muy grave en la cara interna del muslo izquierdo con dos trayectorias: una de 30 centímetros hacia arriba y otro trayecto de 25 centímetros hacia atrás que seccionaba la vena femoral y ramas colaterales”.
Entonces salvó su vida porque se introdujo el puño en la herida provocándose una hemostasia. Tras un largo periodo en el hospital, conectado a una máquina de diálisis y una cicatriz con 118 grapas en su pierna, sólo pensaba en una cosa: su regreso. Su corazón rojiblanco mandaba. Lo dijo una vez Fernando Torres: “Ser del Atleti es saber levantarse”. Caerte una vez y levantarse dos. No hay otra. Gonzalo Caballero lo hizo en Navalcarnero.
Tres orejas, puerta grande y decenas de guiños al Atlético. Eso llenó su faena en el que el torero madrileño compartía ruedo con Enrique Ponce y toros de Juan Pedro Domecq. La plaza llena, numerosos los rostros que no quisieron perderse la vuelta del torero, amigos como Borja Garcés, y el grito de Atleeeti, Atleeeti en muchos de sus muletazos. El torero del Atleti, así se presentó Caballero al mundo en Las Ventas cuando lució un capote de paseo con el escudo rojiblanco bordado, en 2014, después de la derrota en Lisboa, “no podía no salir sin él ese día que me sentía más del Atleti que nunca”, pudo celebrar al fin sobre la arena un triunfo de equipo de su vida, LaLiga, y el suyo propio, esta vuelta. Cuando salía en hombros por la puerta grande agarraba bien fuerte una bufanda rojiblanca.
Prima La plantilla renunció a ella tras la crisis provocada por la COVID
Éxitos El torero celebra el mismo día en el ruedo su regreso y LaLiga