Primer paso
Nadal inicia con victoria ante Popyrin el camino hacia un posible 14º título en París ● Gasquet será su próximo rival
En un día de esos que tanto le gustan, con sol y un calor soportable (27 grados) en la Philippe Chatrier, Rafa Nadal dio el primer paso hacia el 14º título en Roland Garros, que sería el 21º de Grand Slam, números mágicos que le colocarían como dominador en solitario de la historia de los majors, por delante de Roger Federer (20) y de Novak Djokovic (18). El balear calentó motores con una victoria solvente, sin alardes pero aseada, ante Alexei Popyrin, a quien había vencido hace unas semanas en el Mutua Madrid
Open. Esta vez, el australiano de 21 años y 63º del mundo le inquietó un pelín más, pero acabó arrodillado de nuevo ante el rey de la tierra, que venció por 6-3, 6-2 y 7-6 (3) en dos horas y 23 minutos. Con estos tres, ya ha ganado 300 sets en su evento favorito.
En segunda ronda, Nadal se reencontrará con un viejo amigo y coetáneo, el francés Richard Gasquet. Será un duelo de pesadilla para el tenista de Beziers, sobre el que pesa un 16-0 en contra en sus duelos contra el español. “Nos conocemos desde que éramos pequeños, jugamos por primera vez con 12 o 13 años en Tarbes. Es bonito que podamos volver a enfrentarnos y en un lugar como este”, asegura Rafa.
No hubo mucho público (unos mil espectadores) para saludar el estreno de Nadal en su pista fetiche, pero los que acudieron disfrutaron y vitorearon la legendaria cuenta de títulos que hace el habitual presentador de los partidos cada vez que juega el multicampeón: “2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, el 5-2 y luego sacó con 5-3 y tuvo dos bolas de set. Por momentos acarició la posibilidad de ser el tercer jugador en ganarle un parcial en la primera ronda a Nadal en sus 17 participaciones, después del estadounidense John Isner (2011) y el alemán Daniel Brands (2013). Sin embargo, a la hora de la verdad, el joven e inexperto aussie se arrugó, encadenó varios errores de bulto y encajó un 5-1 que llevó la manga al desempate. En el tie-break, la experiencia de Nadal pudo con la aceleración de Popyrin, que se desinfló.
El número tres del mundo tiene tiempo y margen para mejorar. Va camino de la gloria. En el de los vestuarios se encontró con su gran rival, Novak Djokovic, al salir de la pista. El serbio empezaba su andadura horas más tarde ante Sandgren. Venció por 6-2, 6-4 y 6-2. Y Rublev ya no será el posible rival del mallorquín en cuartos, porque cayó ante Struff.
Análisis “Estoy contento porque por momentos jugué bien”, dice Rafa