Butarque busca la épica
El Leganés, en las últimas cinco temporadas, sólo sumó siete resultados que hoy le valdrían Bebé es duda en el Rayo
Los milagros habitan en espacios cerrados. Y cuanto más pequeño sea el margen, más gigante es su onda expansiva. El del Leganés hoy es ínfimo. Un zulo de esperanza. Así que, de lograrlo, habrá seísmo de felicidad. Difícil. El 3-0 con el que los vallecanos (Bebé al frente) vacunaron a Garitano y sus muchachos hace tres días aún duele. Está por ver si tendrá efectos secundarios en forma de reacción virulenta y encorajinada. Del Leganés, se supone.
El vestuario está convencido de ello. Enchufadísimo. Desde el naufragio, su parroquia le pide reeditar épicas hazañas. Como el ascenso de 2016. O el Pepinazo del Bernabéu. Incluso la (casi) salvación de hace un año. Que haya actitud y buena imagen más allá del resultado. Al Lega le sirven dos: el 4-0 durante los 90 minutos o un 3-0 prolongado hasta el final de la prórroga. Ambos marcadores sólo los consiguió en siete de sus últimos 194 partidos ligueros. Un 3,6% de fe con 1.500 almas (se llegaron a las 4.000 peticiones) apretando.
De nuevo habrá público en Butarque. La última vez para ver al Lega fue el 29 de febrero de 2020. El equipo al que aullarán esta vez será un once ofensivo, pero sin tirar la casa por la ventana. Equilibrio. Algo similar al que arrasó hace una semana al Zaragoza (0-5) con Bua, Juan Muñoz, Ibáñez y Miguel asediando al enemigo. El Rayo seguramente no agite mucho su bloque. Óscar y Mario Hernández parece que llegarán. Como Bebé, héroe dolorido de la ida que, de acudir hoy a Butarque, lo hará con el hombro destrozado y desde el banquillo. Pero nadie se quiere perder la cita del milagro o la lógica.
Equilibrio Garitano presentará un once ofensivo, sin descuidar su defensa