La Eurocopa más inestable de la historia
Cuando la pelota eche a rodar en Roma se iniciará la Eurocopa más laboriosa y compleja de organizar de la historia. El espinoso plan de Platini de llevar el torneo por toda Europa como conmemoración por su 60 aniversario se convirtió en un dolor de muelas desde el principio. Por si fuera poco, la pandemia lo terminó de dinamitar.
Por eso hoy hay cosas diferentes a las concebidas de origen. Para empezar, se juega un año después de lo inicialmente previsto. La Euro 2020 conserva su nombre comercial, pero arranca exactamente un año después de lo programado. Tampoco las sedes son las mismas. En un principio eran 13 las previstas, pero finalmente se jugará en 11. Por el camino se cayeron Bruselas, la primera, por no llegar a tiempo, y después Bilbao y Dublín a causa del COVID y las medidas de seguridad. Al menos
España mantuvo a Sevilla como una de las anfitrionas.
No hay duda de que la UEFA ha tenido que sudar lo suyo para poder sacar adelante el torneo. Las trabas fronterizas, monetarias, sanitarias y de visados han resultado enormes al ser cada país de su padre y de su madre. Y aún puede haber un problema muy serio como el posible brote de coronavirus en la Selección española o si el Reino Unido no suaviza sus restricciones de cara a las semifinales y final que allí se juegan.
Por todos estos problemas, se estima que la UEFA dejará de ganar 300 millones de los habituales en una Eurocopa. Quizá por ello activó la presencia de público en los estadios como condición sine qua non para mantener a las ciudades sede. Este sofoco le ha costado más de un disgusto a Ceferin, pero por fin llega el torneo a su parte deportiva con las mejores selecciones del continente enfrentadas entre sí. Portugal y Francia, campeona y subcampeona en 2016, parten en principio como las principales favoritas. Pero ya se sabe: en una Eurocopa las sorpresas están a la orden del día. Y en esta tan atípica, más aún…
PORTEROS
En su caso no llegó con un pan bajo el brazo, sino con un balón: es hijo de Mazinho, exfutbolista del Celta. Se da la curiosidad de que Rafinha, su hermano, juega con Brasil. Pero Thiago siempre brilló con España, aunque nació en Italia (en San Pietro Vernotico). Está ante su gran momento con la Selección.
La cicatriz de su cara le recuerda que lleva el fútbol en la sangre desde niño, porque se la hizo con una portería de fútbol sala en su infancia. Su celebración en la final de la Europa League, cumpliendo una promesa con el humorista David Broncano, dio mucho que hablar. ¿Qué tendrá preparado para la Eurocopa?