“Tenemos que jugar sin ningún miedo a perder”
Iñaki Williams (Bilbao, 29 años) es el abanderado del Athletic dentro y fuera del campo. Carismático, simpático, con carácter y veloz, un bólido al servicio de Valverde para la final de la Copa del Rey en La Cartuja de Sevilla el próximo sábado ante el Mallorca. “Vamos a dejarnos la piel y ojalá la moneda pueda caer de nuestro lado”, señala a AS el internacional con Ghana. “La final está al 50%, no hay que dar favorito a ninguno de los dos”, asegura para restar presión a los leones.
—¿Cómo está el vestuario?
—Como todo Bilbao, como toda la afición, con muchas ganas. Es un sueño poder disputar otra final con nuestra gente. Hemos tenido la desgracia de jugar finales sin nuestro público y ahora por fin vamos a disfrutar de una. Será un partido complicado, pero vamos a darlo todo.
—¿Les llega la frase de la calle: si no es ésta, cuál va a ser?
—Nosotros, como venimos haciendo toda la temporada, a lo bajini. No queremos hablar de lo que puede ser ni de lo que va a ser. Se respira la ilusión de todos los athleticzales, de miles de personas que van a bajar a Sevilla para apoyarnos. Vamos a dejarnos la piel por traer este trofeo a Bilbao.
—¿Qué significa para la familia que Nico y usted ganen un título con el Athletic?
—Siempre digo que mis padres han hecho muchísimo por nosotros, siempre decimos que todo lo que hacemos es para devolverles todo eso y ojalá podamos brindarles esa victoria. También a todas las generaciones de athleticzales que no han visto a un Athletic campeón.
—¿Cuántas veces ha imaginado ese momento con Nico?
—Es un sueño que tenemos desde la infancia. Nico y yo hemos crecido jugando juntos, estamos viviendo un sueño jugando juntos. Ahora tenemos la posibilidad de jugar nuestra final de Copa juntos. El año pasado no se dio la oportunidad, pero el Athletic no se ha rendido y otra vez podemos disputar una final. No queremos imaginar, queremos hacerlo y ojalá lo consigamos.
—En la final de 2005, que ganó el Betis, Joaquín se casó y Lopera llevó la Copa a su boda. Ahora se casa usted...
—Bueno, ojalá se pudiera dar. Es un año muy bonito también para mí en el tema personal y ojalá podamos poner esa guinda en el pastel.
—¿Cómo se gestiona el miedo a perder?
—Pues perdiendo muchas veces y levantándote otras tantas. A varios miembros de la primera plantilla nos ha tocado perder y en la vida se pierde más que se gana. Creo que al final hemos dado una lección al mundo del fútbol.
El año pasado nos eliminó Osasuna, habiendo hecho un grandísimo partido, con muchas ocasiones, y al año siguiente nos colamos otra vez en una final. Tenemos una gran responsabilidad.
—¿Es difícil abstraerse de toda la euforia de la calle?
—Todo el mundo piensa que la final está ganada... y para nada. El Mallorca ha hecho grandes partidos para estar en esa final. Ha eliminado al Girona, a la Real Sociedad... La final está al 50 por ciento, no hay que dar favorito a ninguno de los dos. Cada uno tenemos nuestras armas y nuestras virtudes.
Mallorca “Mucha gente piensa que la final está ganada... para nada”
—¿Tácticamente, qué final espera en La Cartuja?
—Intentaremos plasmar lo que venimos haciendo durante toda la temporada. Debemos presionar arriba, robar el balón en campo contrario y hacer transiciones rápidas.
—¿Se nota que a medida que llega la fecha suben las pulsaciones?
—La verdad es que veo al vestuario muy tranquilo. Cuando te acercas a las victorias y tienes mucha confianza porque lo estás haciendo bien, te da esa tranquilidad. Tenemos la confianza de que podemos hacerlo bien en la final. Pocos equipos nos han pintado la cara esta temporada. Tenemos que jugar con mucha valentía y sin ningún miedo a perder.