Las gimnastas no fallaron y ganaron la 16a medalla...

Logran la plata y la rítmica vuelve al podio tras 20 años

No hizo falta ver la puntuación de los jueces. Las lágrimas de las entrenadoras Ana Baranova y Sara Bayón, la sonrisa y emoción de las cinco gimnastas españolas y la ovación del público después de completar un brillante ejercicio mixto, a ritmo de flamenco y sin errores, eran de medalla. “Cuando clavas el ejercicio es como ganar el oro, has cumplido el objetivo”, comentó Lourdes Mohedano. Pero no fue oro, sino plata lo que se llevó el equipo español, una medalla de un valor incalcublable, que devuelve a la rítmica española al podio 20 años después.

Salieron primeras y brillaron con luz propia en la rotación inicial. A ritmo de samba, con una música de Carlinhos Brown, obtuvieron la nota más alta (17.800). Bulgaria amenazó (17.700) y Rusia siguió fallona (17.600), lo que hizo pensar en el oro aunque las españolas lo vivieron desde la reserva. “No vimos las puntuaciones en la primera rotación. Quisimos centrarnos en lo nuestro”, dijo Alejandra Quereda.

Las cintas dejaron paso a las mazas y los aros, en una segunda rotación decisiva. España lo volvió a clavar para completar 35.766. El subidón era de medalla, a la espera de saber el color. El flamenco español, aplaudido y luminoso, dio paso al perfecto ejercicio ruso, que recuperó su nivel y la influencia de los jueces, que la catapultaron al oro (36.233) mientras se escuchó un “ohh, España”. Italia no alcanzó a las de Baranova y Bayón, mientras que Bulgaria empató (35.766), pero se colgó el bronce porque estuvo una décima por debajo en ejecución.

“No quisimos decirlo, pero el ciclo fue muy difícil, con muchas lesiones”, desvela Bayón. “En mi caso —cuenta Quereda— tengo una rotura en la cadera y un edema en la cabeza del fémur. Me tenía que operar pero aguanté. ¡Ni loca me pierdo unos Juegos!”. Elena López también entrará al quirófano por una lesión en un pie. “Han aguantado”, resumió Bayón.

Los días fueron asfixiantes, repitiendo hasta en 12 ocasiones los ejercicios. “Lo nuestro es la repetición”, cuenta la entrenadora. “Esta medalla estaba ahí. Solo hacía falta cogerla algún día”. Y lo hicieron con mucha fuerza.