El orgullo más allá de la táctica
Si el fútbol fuera una ciencia exacta, a la vista de que el Madrid no pierde en los últimos treinta y un partidos y de que el Barça fue una ruina en Anoeta, el pronóstico para el
Clásico estaría lejos del 1 y más cerca del 2 que de la X en la quiniela. Sin embargo, por suerte para el espectáculo nada de lo anterior es definitivo. Y nada vale porque más allá de las tácticas, del valor de las plantilla, de lesionados o de súper stars, lo que impulsa a correr hasta morir en un partido así es el orgullo. El Barça debe restablecer su honor con urgencia y contundencia. El Madrid pretenderá clavar la bandera de su liderazgo en la hierba del Camp Nou. No se fíen de futbolistas alicaídos ni de cracks en fuera de forma porque en el Clásico las piernas se moverán solas. Luis Enrique y Zidane sólo han de poner orden.
Bajo esta tesis, las estadísticas pierden valor referencial. Si Mascherano parece en baja forma, el sábado volará; si la MSN no trabaja, en el Clásico hará diabluras; si el Barça vive en depresión, lo mismo se monta un festín en el Camp Nou. Claro, que enfrente se plantará un Madrid de granito, con
Cristiano voraz, con una medular de currantes y con arte. El orgullo multiplicará la mejor versión de cada uno, porque estarán bajo la justiciera mirada del Planeta fútbol. Conclusión: no hay apuesta mala.