AS (Baleares)

“El 5-0 del Milán al Madrid marcó la muerte de la Movida madrileña”

CAFÉ, COPA Y FÚTBOL Treinta años después de su ocaso la Movida madrileña continúa sacudiendo el ánimo del personal. Jesús Ordovás, uno de sus pontífices, vuelve a escena con más munición sin perder de vista al Real Madrid ya Cristiano, la estrella que le

- G. POSE / A. MÉRIDA LA ENTREVISTA

A usted, que es uno de los padres de la Movida, le asalta cierta movida mental en lo que a gustos futboleros se refiere.

—-Bueno, no lo tengo fácil, mi mujer es del Barça y yo no lo soporto porque es el equipo que más odio debido al insufrible rollo de las esteladas y su querencia independen­tista, así que en los clásicos voy con el Real Madrid, pero en los derbis capitalino­s Madrid-Atleti, voy con el Atleti.

—¿Qué BBC le atrae más, la inglesa o la que se refiere a la delantera del Madrid?

—Hombre, con todos mis respetos a ese medio de comunicaci­ón británico me quedo con la del Real Madrid, aunque ahí echo de menos a Alfredo Di Stéfano y a Paco Gento. Yo me crié viendo en el Nodo a esos dos figuras y de pequeño quería ser como ellos. Pero el Madrid tiene una plantilla extraordin­aria y un montón de alternativ­as tácticas. Y si no, siempre nos quedará Sergio Ramos.

—¿En aquel barrio de la Concepción de los años cincuenta apuntaba maneras de futbolista?

—Ja, ja, apuntar, apuntaba, otra cosa es que acertara con el puntapié. Jugaba mucho en los descampado­s de mi barrio y casi siempre terminábam­os el partido a pedradas con la banda del barrio vecino. Era delantero centro y me gustaba regatear y marcar goles y sentirme un futbolista grande.

—Alguna vez se ha dicho que la Movida madrileña murió definitiva­mente con el 5-0 que le endosó aquel glorioso Milán de Arrigo Sacchi, ¿está de acuerdo?

—Bueno, la Movida ya estaba en plena decadencia por muchas razones, pero es verdad que esa paliza que dio el Milán al Madrid de la Quinta en 1989 supuso el entierro de los últimos rescoldos. Había muchas ilusiones puestas en ese equipo y en ese excepciona­l grupo de chavales que el Milán se encargó de sepultar para siempre. El Madrid de la Quinta se merecía ganar una Copa de Europa pero aquel equipo de Sacchi era brutal. Igual que ocurrió en la calle, en la música, la literatura, el cine…en el fútbol, en esa Quinta del Buitre, coincidier­on muchos jóvenes con talento que deslumbrar­on enseguida pero no remataron la faena.

—Esos primeros años ochenta marcaron época en todos los sentidos.

—Por supuesto, salíamos de un período gris y patético y surgió un nuevo aire que lo impregnó todo y todos nos sentimos con fuerza para conquistar el mundo. Vivíamos en Madrid como si fuera Nueva York o Londres, había una explosión de júbilo tremenda, de fiesta continúa, Madrid no cerraba. Fue una época fantástica e irrepetibl­e.

—Acaba de publicar “Esto no es Hawaii. Historia oculta de la Movida”. Ha pasado mucho tiempo y la Movida sigue dando que hablar.

—Esa época fue muy prolífica en todo tipo de actividade­s. Había mucha gente haciendo muchas cosas y los medios de comunicaci­ón se engancharo­n enseguida al asunto. Era la gloria para todos, corría una sensación de libertad que ahora no tenemos. Había muchas revistas, muchos y muy buenos programas de radio y de televisión. Viendo ahora cómo está el panorama es para echarlo de menos y lamentarse por la situación a la que hemos llegado. —Habla usted de programas de radio, ahí estaba Onda 2, Popular FM, Radio Juventud, Radio 3…una auténtica escuela de música y de cultura ¿Dónde quedó todo eso?

—Podemos rebuscar en los basureros, por ahí andarán los restos. En fin, Onda 2, por ejemplo, era una emisora humilde que se interesó por todos los nuevos movimiento­s musicales que surgieron a finales de los años 70 en Inglaterra y Estados Unidos, el punk, la new wave.. Los Ramones empezaron en el año 1975, el mismo año que yo comencé en la radio y a escribir en los medios. Estábamos emocionado­s y eso que no cobrábamos nada. Onda 2 tuvo tanto éxito que cuando se montó Radio 3 (RNE) nos contrataro­n a bastantes. Fue una auténtica época de libertad en los medios que no se ha vuelto a repetir. Se ha impuesto el tedio.

—Se le atribuye a usted haber acuñado el término Movida a esa corriente que estaba surgiendo, ¿cómo fue la cosa?

—Yo escribía en Disco Express y a la vista de todo lo que estaba sucediendo cada día tenía una sección a la que llamé Movidas postrocker­as, y así empezó todo, porque cada día, cada noche había una movida en cualquier sitio. Luego ya con ese término se hizo Francisco Umbral y a partir de ahí ese nombre pasó a designar todo lo que estaba sucediendo en Madrid.

—La fundación de Radio 3 en 1979 fue el impulso definitivo a este movimiento.

—Claro, porque se dieron cuenta de que la cosa funcionaba y en Radio Nacional de España decidieron crear ese canal de cultura alternativ­a y undergroun­d con lo que ya el asunto pasó a tener difusión por todo el país. Muchos de los que estábamos en Onda 2 pasamos a Radio 3 y nos empeñamos a fondo en dar a conocer todo lo que estaba ocurriendo. Radio 3 decidió montar una gran fiesta en el Palacio de Deportes de Madrid con el programa ”Tiempo de Universida­d” , nada más y nada menos que 24 horas seguidas de conciertos emitidas en la radio y también por la 2 de TVE. Y por allí apareció el entonces alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván quien, entre otras cosas, se percató enseguida de que no convenía estar lejos de esa nueva corriente y soltó aquello de: ¡rockeros, el que no esté colocao que se coloque, y al loro! Y eso ya quedó

Cristiano “Alucino cuando le veo jugar. Es una bala, una apisonador­a”

Atlético “Nunca llegará a superar ni el Madrid

ni al Barça”

La Movida “Radio Futura, Burning y Siniestro Total fueron tres de sus mejores

grupos”

para la posteridad. Era listo el viejo profesor y supo aprovechar­se de todo aquello para conseguir votos. —A partir de ahí se inicia la edad de oro del pop español, entre otras cosas porque muchos grupos se hicieron de oro. —Sí, de inmediato había pasta y nada, a gastarla, y todos los ayuntamien­tos socialista­s de toda España se pusieron como locos a contratar a todos los grupos nuevos con unos cachés extraordin­arios. Los grupos empezaron a ganar mucho dinero —¿Cuáles fueron para usted los tres mejores grupos de la Movida?, por no extenderno­s. —Pues, no sé, Radio Futura, que eran de mi barrio y hacían letras y composicio­nes estupendas, también Burning, que fueron los primeros y siempre estuvieron en una especie de tierra de nadie, y siempre me gustó mucho Siniestro Total, de Vigo, con su rock ácido empapado de mucho humor y transgresi­ón. —¿Cuándo se produce la decadencia de la Movida?

—-La puntilla mortal se produjo a causa de un curioso experiment­ó al que se apuntó Joaquín Leguina, el presidente de la Comunidad de Madrid, con la complicida­d de sus colegas gallegos. Corría el verano de 1986 y montaron una conexión de modernos Madrid-Vigo, lo que se llamó el tren de La Movida, ¡y menuda movida! Un tren cargado de modernos y muchos infiltrado­s de diverso pelaje rumbo a Vigo. Ahí estaban, todos por la cara, Alaska, El Hortelano, Alberto Garcia Alix, Ana Curra, Carlos Berlanga, Fabio McNamara y bastantes más, yo incluido. Uff, Fabio! Mejor pasar de largo por todo lo que se vivió en ese viaje nocturno de barra libre y todo libre. Sexo, drogas y rock and roll en estado puro. En fin, hubo fiestón y conciertos en Vigo y al final, en la cena de despedida, entre discursos de hermandad de los políticos, apareció Fabio, fuera de sí, y no se le ocurrió otra cosa que lanzar, entre exabruptos, una botella al aire con tan mala suerte que se estrelló contra la cabeza de una chica a la que se tuvieron que llevar ensangrent­ada a un hospital. Bueno, ese fue el símbolo final del esperpento. Todos bebiendo, todos borrachos y desnortado­s a costa de la pasta que habían soltado las institucio­nes. Aquello que se había iniciado como algo fresco, original y divertido acabó como un esperpento y la cosa empezó a declinar. —Al final, solo unos pocos grupos se salvaron de la quema. —Sí, los que tenían más claro el rollo de la industria de la música al ritmo que les marcaba Pito Cubillas, un mánager muy inteligent­e que se encargó de Alaska y Dinarama, Gabinete Caligari o Héroes del silencio. Entonces fue el momento en el que se metieron por medio los 40 Principale­s y todos mordieron ese bocado suculento, de alguna forma les vendieron su alma. Abandonaro­n el espíritu independie­nte y contracult­ural que tenían a cambio del aroma de la pasta. Les alejaron de emisoras como Radio 3 para ser carnaza de las cadenas supercomer­ciales. Poco después, también Radio 3 empezó a sacudirse el lastre de sus nobles orígenes. Sobre todo a partir del momento en que el entonces director de Radio Nacional, Eduardo Sotillos, dijo que Radio 3 sólo la escuchaban putas y maricones. Un genio. —¿Quién se encargó del relato de la Movida?

—Sobre todo, los periodista­s especializ­ados de radio, revistas y televisión, porque creo que no existe un relato, digamos literario, de lo ocurrido en ese momento. No ha habido escritores de la Movida pero, sin embargo, era muy fácil escribir artículos en periódicos o en revistas como La Luna o Madrid me Mata y, a la vez, contar las cosas en los diferentes programas de radio y también en la televisión, con programas como Popgrama o La Edad de oro. —Volviendo a la movida del fútbol, ¿de dónde le viene esa pasión por Cristiano Ronaldo? —Porque lo de este chico es acojonante, yo alucino cuando le veo jugar. Es un monstruo el tío, también me gusta Messi, es un jugador impresiona­nte regateando, puede tumbar a cinco tipos a la vez, pero Cristiano es una bala, una apisonador­a, un tío fuerte que arrasa. —¿Entonces, el Balón de oro debería ir a…?

—Pues está claro, a Cristiano Ronaldo.

—¿Y cree que el Atlético de Madrid llegará a imponerse definitiva­mente alguna vez al Madrid o el Barça? —Yo creo que no, el Atleti siempre estará detrás, en un tercer o cuatro puesto del campeonato. No va a ocurrir nunca que el Atleti logre imponerse a esos equipos. —También parecía imposible que un hombre negro llegara a la Casa Blanca. —Ja, ja, es verdad, bueno, entonces me callo.

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 ??  ?? Jesús Ordovás (El Ferrol, 1947). Desde 1974 se convierte en uno de los periodista­s más especializ­ados en música y contracult­ura. Fue uno de los impulsores de la Movida madrileña. Acaba de publicar ‘Esto no es Hawaii. Historia oculta de la Movida’.
Jesús Ordovás (El Ferrol, 1947). Desde 1974 se convierte en uno de los periodista­s más especializ­ados en música y contracult­ura. Fue uno de los impulsores de la Movida madrileña. Acaba de publicar ‘Esto no es Hawaii. Historia oculta de la Movida’.

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