Todo menos tocar nuestro escudo

Remito esta carta a los dirigentes del Atlético de Madrid para trasladar el descontento y malestar que ha causado en la afición rojiblanca tanto el nuevo nombre del estadio como la modificación del escudo.

Se confirmaron los presagios y recibimos la triste noticia y ahora esperamos que hagan buen uso de los supuestos 10 millones de euros que su socio asiático va a dejar en las arcas del club y que haya valido la pena romper la ilusión de la afición, que con nostalgia abandonará el Calderón. Soñábamos con hacer eterna a alguna de nuestras viejas glorias. Es una pena que no haya podido ser así Luis, pero siempre será eterno nuestro agradecimiento por tu pasión y dedicación.

Hasta aquí estábamos dispuestos a tolerar, pero... ¿Cambiar el escudo? Eso no estaba dentro del guión. Os habéis lucido. Una decisión tan relevante como modificar el santo y seña de un sentimiento merecía contar con la opinión de la masa social. No hacer partícipes a los 90.000 socios ha sido un error tremendo. Porque podemos cambiar de estadio, de nombre, de barrio. Hasta podemos cambiar de cántico. Pero el escudo, no señores. Intentáis renovar un emblema como si fuera un logo, pero nuestro escudo no caduca. Es clásico y tradicional y representa mejor que ningún otro la historia del Atlético, con el que nos identificamos y con el que hemos vuelto a ser grandes en Europa. Ese es nuestro escudo. Y el que queremos llevar al nuevo estadio.

Somos nosotros los que compramos las camisetas, las banderas y las bufandas. Somos nosotros los que llenamos el campo y los que hacemos a este equipo tan especial. Duele que no respetéis nada ni contéis con nosotros. Espero que rectifiquéis. No queremos cambiar nuestro escudo.

Antonio Martín

Madrid