AS (Baleares)

Cristiano se reinventa Cristiano

- FRANCE FOOTBALL

El crack concedió una entrevista a ‘France Football’ con motivo de la entrega de su cuarto Balón de Oro y por primera vez habló de su nuevo rol y de la idea de reinventar­se sobre el campo para alargar su carrera. Además, reconoció sentirse afectado por las acusacione­s de

¿Su cuarto Balón de Oro ha sido fácil de ganar a la vista de los 400 puntos de ventaja sobre Messi? —Sinceramen­te, sí. Pensé que habría gran diferencia. Leo y Griezmann estuvieron bien. También Gareth Bale y otros jugadores del Madrid o de la selección portuguesa. Tenía confianza, pero no depende de mí. Simplement­e me preocupé de mantener mi nivel. No es como la Bota de Oro, que se basa en estadístic­as. Son votos. —¿Cuáles son las diferencia­s entre el Balón de Oro de 2008 y el de 2016? —Cuando es la primera vez, la emoción es siempre especial. En 2008, la alegría fue inmensa. Era la culminació­n de un deseo mío y de mi familia. Un momento único, con 23 años. Lo que sientes ahora es totalmente diferente. Es mi profesión y trabajo para ser el mejor, haciendo grandes sacrificio­s. Sin el Madrid y la selección, habría sido imposible ganar este Balón de Oro. Solo no habría llegado a nada. —¿Cuándo escuchó hablar del Balón de Oro por primera vez?

—Recuerdo cuando lo seguía de pequeño y lo recibían grandes jugadores. El mundo se paraba en el momento en el que anunciaban al mejor jugador del mundo. Recuerdo sobre todo el de Figo en el año 2000.

—¿Se imaginaba ganar este trofeo algún día?

—Creía que podía ser el mejor jugador del mundo. Pero un trofeo tan importante depende de muchos factores. Creía que lo podía ganar una vez, no cuatro...

—Con el tercer Balón de Oro igualó a Cruyff, Platini y Van Basten...

—Cuando se habla de los más grandes de todos los tiempos siempre se les nombra. En mi cabeza sabía que podía llegar a ese nivel. No hay ningún jugador histórico del que esté celoso, cada uno tenía su forma de jugar. Nunca les tuve envidia, porque sabía que podía entrar en la historia, y no es mi ego el que habla, son las estadístic­as. Mi motivación, año tras año, es la de demostrar que no soy jugador de uno o dos años, sino de toda una vida.

—¿Este Balón de Oro se debe a la Eurocopa ganada por Portugal?

—Como dije, 2016 ha sido el mejor año de mi carrera, tanto a nivel colectivo como individual. Ganar el primer trofeo

Cambiar de posición es una idea a tener en cuenta, ese

no es un problema...”

Estoy dispuesto a aceptar que las cosas cambian, hay que ser inteligent­e”

Tengo que gestionar los partidos,

no jugarlo todo; es una maratón, no

un sprint”

Si lo hago bien en este aspecto, sé que puedo tener una larga carrera”

Hubiera sido muy interesant­e jugar en el mismo equipo con

Messi...”

de la historia para Portugal era lo único que faltaba en mi currículum. Fue uno de los momentos más importante­s de mi vida y no olvido la Champions que gané con el Real Madrid. La Eurocopa y la Champions en una misma temporada es una cosa inolvidabl­e.

—¿Y la Undécima del Madrid?

—La diferencia entre el Madrid y Portugal es que el Madrid está acostumbra­do a ganar, por eso tiene 11 Copas de Europa. Portugal, sin embargo, no había ganado un gran título. No es por faltar al respeto a la Champions, pero valoro un poco más el título de Portugal. —Cuando usted atraviesa una racha sin marcar se dice que sufre ansiedad... —La gente utiliza siempre la palabra ansiedad para explicar los momentos en los que eres menos bueno que los otros. No lo creo. No es ansiedad, es el deseo de trabajar más que los otros. Quiero hacer bien las cosas y me siento frustrado cuando fallo en algo, o cuando no marco tres o cuatro goles. La gente no diferencia entre la ansiedad y el deseo de cada día ser el mejor. —¿Se plantea cambiar su estilo de juego con la edad, como hizo Michael Jordan? —Es totalmente natural. No sólo me pasa a mí. Con el paso de la edad los seres humanos perdemos en unas cosas y ganamos en otras. Yo intento estar bien físicament­e todos los días. No pienso sólo en esta temporada, sino también en la próxima. Por ejemplo, gestionar los partidos, en el sentido de no jugarlo todo. Conviene ser inteligent­e. Hay que hacer pretempora­das personaliz­adas, y pensar más en el final de temporada, no sólo en el comienzo. Esto no es un sprint, es una maratón. Y no sólo para mí, sino para los que me rodean.

—¿Cambiará de posición?

—¿Por qué no? Es una idea a tener en cuenta. Estoy dispuesto a aceptar que las cosas cambian. No es un problema. —¿Realmente se ve jugando hasta los 40 años? —He cumplido 31 años y no es fácil. Yo me siento muy bien. Pero veo que la recuperaci­ón después de los partidos no es exactament­e la misma. Es un poco más lenta. Sobre todo cuando la exigencia es cada tres días. Es imposible estar siempre a tope, incluso para los jóvenes. Si yo lo hago bien en este aspecto, puedo tener una carrera larga. —¿Nos explica sus lágrimas en el Balón de Oro de 2013?

—Eso se debía a, no sólo la rabia, la palabra es un poco más fuerte. No quería estar en el mismo plan que los jugadores que sólo han ganado un Balón de Oro. En mi cabeza, pensaba que valía más que un Balón de Oro, y no quería compararme con los que sólo han ganado uno. Quería más. Sabía que tenía el potencial para ello si hacía bien las cosas. Las lágrimas fueron un alivio después de muchos años de lucha. —¿Si jugara con Messi tendría más Balones de Oro?

—Es una cuestión difícil. No lo sé. Hubiera sido muy interesant­e jugar en el mismo equipo. Creo que los grandes jugadores deberían jugar juntos. Si hubiéramos estado en el mismo equipo, yo tendría más Balones de Oro, pero pocos más (sonriendo). Todo el mundo sabe que es un grandísimo jugador y tiene cinco Balones de Oro.

—¿Va a igualarle?

—Voy a intentarlo. Estaré en la pelea como siempre. Mi objetivo ahora es conquistar el Mundial de Clubes. Es un título que el club quiere conseguir. Y si es posible, la Liga, la Champions y la Copa. Quiero ganarlo todo. —¿Se retirará si ve que no puede ganar el Balón de Oro?

—Mi ambición no es sólo el Balón de Oro. Lo principal es jugar, entrenarme bajo la lluvia o con frío. Cuando no sienta deseo de jugar o entrenarme, me retiraré. Todo en la vida tiene un principio y un fin. Sé que llegará el momento en que no podré marcar 50 goles por temporada, ni ganar el Balón de Oro o ni siquiera ser nominado. Es un proceso normal. No sé si en dos o tres años me nominarán. Ojalá sí. —¿Le molesta que se le acuse de evadir impuestos?

—Todo esto me molesta, porque trato de hacer las cosas bien, de que sean transparen­tes. Lo que salió me molesta porque es una mentira. La mentira es preocupant­e. Cuando la gente habla de mi vida privada, de mis amigos, del lugar en el que estuve de vacaciones, de que si tengo una novia o no, esto es normal, vale. Tengo que aceptarlo. Pero cuando se trata de algo mucho más grave como esto, que tiene un componente judicial... —¿Qué medidas tomará?

—Mis abogados y la gente del club ya están trabajando en ello para mí. Toda esta historia me fastidia porque siempre estamos tratando de hacer bien las cosas. Cuando ellos (los medios) hablan de mí, y con la manera con la que lo están haciendo, me siento fatal. Porque he hecho bien las cosas. Hay inocentes en la cárcel, sabes… Y yo me siento un poco como ellos ahora. Sabes que no has hecho nada mal, pero todo el mundo te está acusando de haber cometido un delito. Nadie estaría contento con esta situación. —¿Este Balón de Oro se ve empañado por ese tema?

—Sí, claro que sí. Si dijera lo contrario mentiría. No soy un hipócrita. No siempre digo lo que pienso porque a veces me perjudica, pero está claro que esta historia me ha afectado bastante. Toda esta investigac­ión periodísti­ca es muy dura para mí y para la gente de mi entorno: para mi familia, para mi hijo, para todos los que trabajan conmigo. Mi hijo va al colegio. Empieza a comprender las cosas que pasan. Basta con poner Cristiano Ronaldo en Internet para saber todo sobre mí. No tengo ninguna razón para mentir. Ya está todo escrito sobre mí, sobre mis novias... —¿El Balón de Oro le aporta alegría?

—Cada vez que recibo un trofeo de esta dimensión, me digo ‘Cristiano, vale la pena trabajar tanto durante el año y haber hecho tantos sacrificio­s’. A veces, es difícil expresar lo que siento, pero en el fondo, tengo una alegría inmensa.

—¿Dónde dejará el trofeo?

—Todos mis trofeos individual­es y colectivos están en mi museo, en Madeira. El cuarto se unirá a los otros muy pronto. Los visitantes podrán verlo. El museo es una forma de que conectar con la gente.

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