Gazzaniga rompe el gafe del Zaragoza a domicilio
Un grave error del meta y un dudoso penalti le dieron alas
Al Zaragoza siempre se le dio bien Vallecas en Segunda. Nunca perdió allí y esta vez no fue una excepción, optimizando sus escasos méritos. Ante el Rayo se reencontró con la victoria a domicilio, esa que llevaba dándole la espalda ocho meses. Ahora ya mira a los ojos a la zona de playoff, de la que cada vez se alejan más y más los franjirrojos, que continúan en la zona baja después de un partido raro, en el que sus errores les condenaron. El peor enemigo de la Franja fue ella misma (árbitro mediante).
Sin embargo, los de Baraja entraron al duelo con pie firme, enseñando músculo, para eso eran los anfitriones de la fiesta de fin de año. Guerra avisó con un cabezazo, que no tardó en encontrar respuesta en un disparo lejano de Cani a las manos de Gazzaniga. Esos primeros instantes servían de tanteo para los contendientes y de acoplamiento para la innovadora banda izquierda vallecana. Moreno y Aguirre fueron un dolor de cabeza para Isaac. Pasaban los minutos y el fútbol apenas asomaba. Por momentos, lo hacía en los pies de Aguirre. Por instantes, lo intentó Dongou. Se resistían los goles y también las ocasiones.
La reanudación trajo la más clara de los aragoneses. Gazzaniga repelió un disparo cruzado de Dongou en el área. Ahí, los franjirrojos metieron una marcha más. Miku colocó un pase en profundidad a Guerra, que dribló a Irureta, y (con la puerta vacía) mandó el balón al exterior de la red.
Agné sacó el desfibrilador y tiró de cambios para sacudir a los suyos, pero quien los resucitó fue el mismo Rayo, más concretamente Gazzaniga. Dongou centró a Ángel y Álex Moreno interceptó el esférico dejándoselo al guardameta. Al intentar despejar con el pie, el argentino dio una patada al aire mientras el balón se dirigía llorando al fondo de la red. Un gol tan absurdo como valioso para un Zaragoza que se relamía.
Baraja metió más dinamita, aunque fue Arias López quien sentenció el partido al señalar un dudoso penalti de Quini sobre Xiscu. El 0-2 fue un jarro de agua fría para los vallecanos, que seguían colgando balones arriba. Así, en esa búsqueda incansable, Marcelo Silva cometió penalti sobre Guerra, quien lo transformó ya sin tiempo de reacción. Lo mejor de 2016 para el Rayo es que al fin se termina.
Posición
El Zaragoza ya mira a los playoff y el Rayo se aleja más