A los pies de Doncic
Decidió con cinco puntos y la asistencia en la canasta ganadora de Ayón
A la tercera visita en este mes fue la vencida y el Madrid ganó en Estambul. Sin Llull y con Carroll y Randolph desaparecidos, Doncic firmó su mejor partido en la élite. Ayón anotó la canasta final y evitó la prórroga con un tapón. Bien Rudy, Hunter, Taylor y Thompkins.
Solo hay dos jugadores en el Madrid con más de nueve puntos de media en la Euroliga. Ninguno de los dos estuvo ayer. Llull por lesión en la rodilla izquierda tras jugar 17 minutos tocado en la segunda parte ante el Betis. Y Randolph. Presente en cuerpo, no en alma (elocuente 1 de 7). Pero ganó el Madrid, y lo hizo en la mejor actuación de Doncic en la élite.
No fueron sus números (17 puntos, 9 asistencias y 31 de valoración), sino el peso que tuvo en el devenir del partido. Sensaciones puras de dominio. Encadenó en los últimos dos minutos y medio cinco puntos (entrada a lo Bodiroga y triple) y una asistencia mágica para Ayón, pero de las de verdad. Acababa de entrar en pista fresco como una lechuga para cambiarle el paso a su equipo tras exhibirse en el tercer periodo.
El Madrid no fluyó en ataque, no anda fino, y tampoco Carroll apareció, pero fue inteligente y dio la cara. Aguantó carros y carretas para frenar las oleadas del Efes y supo asirse a los buenos momentos de varios jugadores. Rudy asumió galones en el arranque del cuarto decisivo, Hunter metió un par de canastas importantes, reboteó y robó cinco balones, Taylor transmitió seguridad, Thompkins entró centrado y descerrajó dos triples y Ayón firmó la canasta de la victoria. Y el tapón.
La embocó el mexicano en la pintura tras el jugadón del niño a falta de 32 segundos. Luego Carroll perdió una bola que pudo voltearlo todo tras una personal clara no señalada y Ayón, otra vez él, acudió al rescate. Tapón salvador que frenó en seco a Heurtel y evitó la prórroga. Un
Titán de altos vuelos que aguantó con cuatro faltas los últimos cinco minutos.
Mando. El Efes había abrumado por su capacidad atlética, la de Honeycutt, Brown, Dunston… pero le faltó algo de rebote y un Doncic, una mente pensante. Quizá un Heurtel más fino.
Un triunfo de los que dan impulso en un tramo valle de la temporada y que corta además una racha de dos derrotas, un mal momento. Un triunfo fuera de casa tras cuatro traspiés en las cinco salidas anteriores en la Euroliga. Y un triunfo también para estrenarse en Turquía en la tercera visita del mes tras recibir dos técnicas, tres antideportivas y seis faltas más cometidas (o pitadas). El Desafío
Estambul, sede de la Final Four, lo ganó Doncic con inteligencia y talento. El líder, el CSKA, ya no está tan lejos. Duelo directo el día de Reyes. La fila se aprieta.