Sidnei sirve a su exequipo un tardío regalo de Reyes
Lo aprovechó Gerard, omnipresente, tras el 0-1 de Borges
Iba para roscón, con una primera mitad soporífera, y acabó siendo uno de esos regalos que, tras dudar si canjearlo hoy en la tienda, das por bueno. Espanyol y Deportivo establecieron un empate que no les aúpa hacia ningún objetivo, pero que siempre suma. Los pericos continúan invictos ante los gallegos en Cornellà y estos se van con el consuelo de haber marcado al fin su primer gol en el estadio perico, y de encadenar su cuarto partido sin perder.
Empezó el partido siendo un correcalles, quizá en homenaje a la cabalgata del día anterior, pero pronto se convirtió en un atasco monumental, como el de los estómagos atenazados por los atracones de todos los excesos navideños. De la primera parte apenas se pudieron salvar las incursiones de Piatti, los chispazos de Jurado, avanzado por la entrada de Salva Sevilla, y la soledad de Andone en la punta del ataque deportivista.
Nada que ver con la reanudación, en la que tras el roscón de Reyes se pasó a los regalos. Como el presente en forma de error en el marcaje que brindó Hernán a Borges para que el costarricense cabeceara en el segundo palo a gol tras un saque de córner de Çolak. Petróleo sacó una vez más el Deportivo del balón parado, que ya le ha dado diez goles.
Y carbón para Sidnei, quien en su retorno a Cornellà no estuvo afortunado. Un infructuoso intento de control en su área pequeña tras un centro de Aarón provocó el 1-1: Gerard Moreno estuvo atento, robó el esférico y batió a Tyton. Si Andone fue una isla, Gerard una vez más estuvo omnipresente. Y obtuvo recompensa con su séptimo gol en esta Liga justo el día en que cumplía 75 partidos en Primera División.
Donde no hubo regalos fue en el tramo final. Reclamó el Espanyol un penalti de Juanfran (que vio la segunda amarilla) a Piatti en el límite del área, en el 90’, y otro por agarrón de Albentosa a Caicedo, en el 93’. Acertó De Burgos Bengoetxea.
De menos a más El primer tiempo fue
un tostón que se animó en el segundo