En Butarque hay mucho más que una ‘patxanga’ en juego

El Leganés se llamó Once Leones

Hubo un tiempo en el que el Leganés no se llamaba Leganés. Se llamaba Once Leones. Eso pasó justo antes de la fundación del Lega. Aquella escuadra fue el embrión de este neófito en Primera. Jugaba sus partidos en un descampado de tierra, cerca de la Plaza de Roma. Aquello sí que eran pachangas. La de este mediodía tampoco pinta mal. Aunque ésta será algo más. Una patxanga. Con ‘tx’. Y no la jugarán once leones. La disputarán veintidós.

El Leganés recibe por primera vez en su historia al Athletic con la sensación de haberse convertido en un pariente próximo a los rojiblancos. La culpa la tiene Garitano. Su cercanía con el ‘Botxo’ ha trufado de ex del Athletic sus plantillas. Esta temporada cuenta con cuatro. Ninguno estará hoy. Herrerín y Unai López, por contrato. Serantes, por lesión y Bustinza, por sanción. Todos forman parte de las ausencias que asolan a un Leganés sujetado con alfileres desde que, ante Osasuna, se le lesionaran tres piezas clave.

Una, Szymanowski, regresa hoy. Esperará turno en el banquillo, pero la mera amenaza de lucir su verticalidad, aunque sea unos minutos, esperanza a una afición necesitada de buenas noticias por tanta baja e ilusionada con mantener su racha en casa. El Lega suma tres partidos consecutivos de local sin perder.

Podría ayudarles un Athletic sobrecargado por el esfuerzo copero al que ya se le atragantó hace una semana el Alavés. Sin apenas tiempo para coger fuerzas, Valverde pierde a Etxeita, llega con Aduriz tocado en la cadera y Williams entre algodones tras jugar con fiebre en el Camp Nou.