Maradona: “Sería mejor jugar hoy con el Madrid”
El Pelusa presentó una obra teatral sobre su vida en Nápoles
Nápoles, yo no te traiciono!”. Empezó así la obra Tre Volte Dieci (‘tres veces diez’, para celebrar los 30 años del primer Scudetto del Nápoles) de Maradona y Alessandro Siani en el San Carlo de Nápoles, el más antiguo teatro de ópera activo del mundo. Justo por eso, no faltó la polémica, puesto que para algún intelectual fue un sacrilegio meter a un futbolista en este escenario: “Diego es hombre del pueblo, no puede estar en un teatro cuyas entradas cuestan 300 euros”, se leyó. A eso, el Pelusa contestó a su manera: “Supe que Pelé fue a un teatro y las entradas costaban 200 euros... ¡Él siempre debe quedar segundo!”.
Antes de subirse a las tablas, había dejado una reflexión sobre el choque entre su Nápoles y el Madrid de octavos de la Champions, y al hilo de las últimas bajas blancas. “Sería mejor jugar hoy contra ellos, mejor que en febrero”, comentó el diez. Ya en faena, el argentino empezó “su noche” atacando a Blatter y Platini, dos muñecos, a los que echó gritando: “Aquí no somos ladrones, ¡fuera!”. Y luego, quiso contarlo todo: desde su adiós al Barcelona (“Gaspart me ofreció el doble de sueldo, pero a mí me importa más una pelota”) a sus encuentros con Fidel y Chávez (“Hablé ocho horas con ellos y nunca me aburrí. A Hillary y Trump no los entiendo ni quiero hacerlo”). Emocionado. Durante la noche Diego se conmovió varias veces, sobre todo recordando a sus padres (“Quisiera que viviesen esta noche”, confesó emocionado) y recibió a muchos amigos: los compañeros del Nápoles campeón en 1987, periodistas, actores, cantantes... En la platea, asistieron al evento los azzurri Reina, Callejón e Insigne y el presidente De Laurentiis, que antes de la función hizo un anuncio para la afición napolitana: “Cuando Diego arregle sus problemas con Hacienda aquí en Italia, será nuestro embajador”.
La obra se cerró con dos mensajes del Pelusa. El primero, para el mandatario del equipo partenopeo: “Hablé con Aurelio y quiere lo mismo que yo y todos los tifosi: ganar. Se merece confianza”. El segundo, y más sorprendente, fue para Diego Junior, su hijo napolitano al que reconoció hace poco. Estaba presente en la sala, y le pidió disculpas públicamente: “Quiero pedirte perdón tras treinta años. Perdóname. Nunca más te abandonaré”. Entre lágrimas y aplausos, bajó el telón.
Querido Fueron a verle tres jugadores del Nápoles: Insigne, Reina y Callejón