Sobre los agoreros y los accesos

La construcción del nuevo estadio del Atlético de Madrid va viento en popa. Hace apenas dos años nadie creía que se fuera a construir, pero los escépticos ya no pueden negar una realidad imparable. Ahora la conversación de los agoreros, que suelen ser los mismos que dudaban de su construcción y que, en general, no son aficionados del Atleti, gira por estos derroteros: “¡Verás que atascos va a haber! Va a ser imposible llegar a los partidos como no mejoren los accesos y no da tiempo de aquí a septiembre”. Algunos de estos atrabiliarios, los que se las dan de saber del asunto, recuerdan cómo en la inauguración del estadio de La Peineta, el 6 de septiembre de 1994, los atletas que participaron en aquel meeting de atletismo llegaron corriendo al estadio desde los taxis porque la fila interminable de coches no se movía.

En 2007 llegó la línea 7 de Metro y la estación Estadio Metropolitano cuenta con uno de los vestíbulos más grandes de Europa con 56 tornos. Al Calderón la mayoría de los aficionados acude en transporte público. Las estaciones de Metro de Pirámides y Marqués de Vadillo no suman ni un quinto de los tornos que tiene la estación del nuevo estadio. También llegará por Cercanías hasta Coslada y desde ahí, hay dos paradas de Metro. Además, harán una estación nueva de Cercanías en Las Rejas y se llegará al Wanda Metropolitano

por la Avenida Luis Aragonés.

Y mientras se ponen de acuerdo entre Fomento, la CAM y el Ayuntamiento de Madrid para mejorar los accesos desde la M-40, que los van a mejorar fijo, los atléticos podrán llegar perfectamente y sin atascos al que, desde septiembre, será el mejor estadio de fútbol del mundo.