La Real saca los colores a un Málaga sin trabajar
Íñigo y Juanmi, que no lo celebró, autores de los goles
Dos goles de Íñigo Martínez y Juanmi dieron la victoria a la Real Sociedad ante un Málaga de traje gris. Los donostiarras, que se pasearon en La Rosaleda ante un rival desordenado sin patrón y sin alma, vuelan a por la zona Champions. Ganaron con tanta autoridad como facilidad a un anfitrión desastroso, blando y vulgar. Los malagueños llevan jugando así de mal toda la temporada, pero han perdido la flor de Juande y ahora son un grupo de estudiantes de primaria jugando al correcalles. Salir a la contra en casa no lleva a ninguna parte. Rulli sólo intervino en una ocasión ¡una!
A los 47 minutos la Real rompió el cántaro con una falta sacada por Íñigo Martínez que, tras rebotar en Duda, se coló en el fondo de la red. Un gol que premiaba a quien puso un poco de coherencia en el bodrio. Como el Málaga seguía en versión veraniega, la Real abrió brecha poco después con un córner sacado por Granero. Willian José, una ardilla, habilitó de cabeza a Juanmi quien, completamente solo, cruzó lejos de alcance de Kameni. El de Coín no celebró su gol y pidió perdón a su antigua afición. Los locales pidieron fuera de juego. En vano. El gol subió al marcador.
Gato Romero, sin saber qué hacer, recurrió a Juanpi en busca de un tardío talento salvador. Con él, Rosales, Mikel Villanueva y Peñaranda, cuatro venezolanos en Primera por primera vez en la historia de la Liga. La lucha de guerrillas de un Málaga sin criterio de unidad apenas creaba problemas a una Real con Rulli sin trabajar en una hora. El público pitaba disconforme con la puesta en escena de un equipo feble y pueril. Un monigote de Día de Inocentes. Los de Eusebio, con su toque y paciencia, se llevaron los tres puntos con absoluta justicia.
Por primera vez en la historia se juntaron cuatro venezolanos en un
mismo equipo