AS (Baleares)

Moyá, la cuña de Nadal para talar a Raonic

Hoy busca las semifinale­s ante el expupilo de su actual técnico

- JESÚS MÍNGUEZ

Sparring Philippous­sis bombardeó ayer a Nadal con saques parecidos a los de Raonic

Rafa Nadal intentará hoy (9:30, Eurosport) alcanzar las semifinale­s del Abierto de Australia. Desde 2014 no llega a esa fase en un Grand Slam. Para ello tendrá que

doblegar al número tres del mundo, Milos Raonic, y a su poderoso servicio.

Cuña de la misma madera para talar el árbol gigante. Eso es de lo que dispondrá Rafa Nadal hoy (9:30 Eurosport) para intentar alcanzar las semifinale­s del Abierto de Australia, una ronda que no pisa en un Grand Slam desde Roland Garros 2014, donde acabó ganando. La cuña es Carlos Moyá, que hasta el pasado noviembre trabajó con Milos Raonic, al que dejó como número tres. Le conoce perfectame­nte. El canadiense, de 26 años y 1,98 de estatura, es el árbol que habrá que cortar. Tratará de impedirlo a base de bombazos, aculando lo que pueda al español. Y es que desde su altísima palanca lleva ya 93 aces (una media de 23 por partido) y abrasó a Roberto Bautista con 75 winners en octavos.

“Si no soy agresivo, estoy muerto”, dejó claro Nadal, que se ha medido con el canadiense nacido en Montenegro (cruzó el charco con 8 años y luego se formó en Barcelona junto a Galo Blanco) en ocho ocasiones y ha ganado seis. Pero nunca se han visto a cinco sets. Este año, derrotó al de Podgorica en la exhibición de Abu Dhabi y cayó en Brisbane en tres mangas. “Es un rival que te hace sentir que estás jugando con presión todo el rato y además juega bien de fondo”, radiografí­a el español. Recursos. Y es que Raonic, finalista ya en el pasado Wimbledon, sabía que sólo con el saque no podría ganar un Grand Slam. Entrenado por Riccardo Piatti, sumó a su equipo a Moyá y John McEnroe para ganar en recursos (drive, volea…). Este año, la plaza del mallorquín la ocupa Richard Krajicek.

“Cuando saca Raonic, te sientes como un portero al que fusilan en un penalti”, describe Moyá. Pero no es sólo potencia, varía mucho su servicio y es difícil leerlo. Por eso, Moyá recurrió ayer a Philippous­sis para que bombardear­a a Nadal en el entrenamie­nto. El extenista australian­o de 40 años juega con Charly el torneo de leyendas y llega a 220 km/h, cerca de los 236 (récord este año) que logró Raonic.

La baza de Nadal pasa por restar y abrir la pista, por hacer desplazars­e a un hombre de 98 kilos hasta que reviente. No será fácil. El canadiense ha pasado 8h:59 sobre la pista por las 11h:19 del campeón en 2009. “En la pretempora­da hemos insistido mucho en que Nadal abra pista como lo hacía Muster. Ahora que su drive funciona, es clave”, apunta desde Barcelona Francis Roig, la tercera pata en el grupo técnico de Nadal. Moyá lo sabe bien. Saben cómo hacer daño a Raonic. Falta conseguirl­o.

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