Robinson: “Prefiero silencio en un estadio a según qué sonidos”
Charla con Lete, Del Bosque, Romero...
La presentación de Sin respeto no hay juego se completó con un coloquio que arrojó ideas sobre cómo combatir la intolerancia y la violencia en el fútbol. José Ramón Lete, secretario de Estado para el Deporte, lanzó un mensaje de optimismo: “Es tarea de todos. El deporte es incompatible con la violencia y la intolerancia, pero las cifras invitan a la esperanza. En Antiviolencia los casos de racismo no llegan al 1%. La respuesta debe ser unánime e inequívoca. El violento y el intolerante sobran. El deporte debe ser un referente ético”.
Todos insistieron en la relevancia de la educación. Michael Robinson, que jugó en Inglaterra y en España, vivió el racismo en el fútbol: “Conocí jugadores abucheados por su afición, y eran igual de ingleses o más. Es una cuestión de conocimientos, de ignorancia”. Del Bosque cree que, actualmente, “el racismo es un problema más de la sociedad que del fútbol”, pero admite que se debe trabajar con los niños en los colegios, en el deporte y en las familias: “Todos debemos dar ejemplo”.
Senna insiste en luchar contra “cualquier tipo de discriminación” y reconoció que él no sufrió racismo en los campos, pero sí ha oído insultos de todas clases. “En el fútbol, antes que según qué sonidos, prefiero el silencio”, resumió Robinson.
Lola Romero, directora del Atlético Femenino, analizó desde su experiencia la evolución del fútbol para las mujeres en este siglo: “Entonces nos llamaron locos por hacer equipos de niñas. Ahora ganan ligas. Hay que normalizar, la sociedad lo pide”. Y Rubiales habló del trabajo de AFE, juntando en torno a un balón a niños de diferentes estatus: “En los vestuarios no ves a un blanco o a un negro. Ves un defensa, un zurdo, un rápido... Ése es el lenguaje y el camino es la educación”.