Te’o salva a Inglaterra de Francia y Escocia resucita
El campeón ganó in extremis Derrota sorpresa de Irlanda
El 6 Naciones arrancó con mucha emoción, sus dos primeros duelos fueron igualados y con marcadores que se voltearon en los últimos minutos. Francia estuvo a punto de romper la racha triunfal inglesa y Escocia demostró que quiere optar al fin al título.
Le Crunch nunca defrauda. El Inglaterra-Francia, con más emoción que rugby, estuvo a un paso de convertirse en un partido histórico, la por muchos esperada primera derrota de Eddie Jones con el XV de la Rosa. Pero la hazaña del Gallo se quedó en el casi por culpa del ensayo de Te’o, (recién entrado en el campo) y que bastó para dar la vuelta a lo que podía ser una especie de resurrección francesa. Merecida por intención, pero incompleta a fin de cuentas.
Quien sí resucitó fue Escocia. El Cardo, que llevaba varios años ahogándose en la orilla, siendo la eterna merecedora de victorias ante países de primer nivel, rubricó un triunfo ante la aspirante Irlanda. Esto le convierte en su heredero (con Gales) para intentar destronar a Inglaterra. Lo que hizo Escocia, ganadora del último 5 Naciones en 1999 y condenada a ser considerada casi al nivel de Italia en la última década, fue arrebatar el cinturón al Trébol. Porque a Irlanda, tras esta derrota, que aún no le elimina ni mucho menos, se le acaba el margen de error. O gana los cuatro partidos o no habrá título. Entrando en detalles, Inglaterra lo pasó mal. El encuentro fue más trabado incluso de lo que se podía prever. Francia salió más decidida y se creyó capaz de asaltar Twickenham. El duelo de pateadores (López-Farrell) llevó el partido hasta el 12-9 de los primeros minutos de la segunda parte. Sin embargo, el Gallo fue más allá y dio un picotazo con el ensayo de Slimani. A Inglaterra se le atragantaba el partido hasta que la entrada de los suplentes encarriló la tarde para el actual campeón con el mencionado ensayo de Te’o. Murrayfield. A lo pobre del resultado en Twickenham le precedió un entretenido encuentro en Edimburgo. Sabíamos que a Escocia siempre le fue la marcha y que Irlanda, por potencial (el año pasado ganó a las tres potencias del Hemisferio Sur), no evitaría el intercambio de golpes. Hogg firmó dos conquistas en apenas 20 minutos aprovechando la velocidad y el juego abierto al que se ha abonado el Cardo en los últimos años. Respondió Earls antes del descanso, al que se llegó con un 21-8 para nada definitivo. Porque Irlanda se repuso y con los ensayos de Henderson y Jackson daba la vuelta hasta ponerse por delante. Ambos tenían tres ensayos (el bonus ofensivo estaba al caer) pero antepusieron salvar el choque. El camino lo encontró Escocia al forzar dos golpes de castigo transformados por Laidlaw. Sí, el Cardo llegó para quedarse.