El Hyundai Ioniq llega para dar guerra
La versión híbrida de la nueva gama eléctrica de la marca tiene cualidades sobradas para poner en apuros a los protagonistas del segmento, especialmente al Toyota Prius
Durante mucho tiempo, el Toyota Prius fue el híbrido de referencia en el mercado español, al igual que en tantos otros. Como era previsible, con la aparición de nuevos modelos de este estilo su hegemonía se ve amenazada, con rivales más modernos, como el Hyundai Ioniq Hybrid que le supera en algunos aspectos fundamentales.
En concreto, un detalle es diferenciador entre ambos: el cambio de marchas. La propuesta coreana recurre a un sistema de doble embrague y seis relaciones que gana por goleada al CVT de la japonesa, en mi opinión uno de los puntos débiles de la misma.
Esta transmisión del Ioniq se traduce en una mayor eficacia de marcha, reacciones más contundentes (además de contar con una posición Sport) pero también suaves y un nivel sonoro inferior en las fases de aceleración. Se trata de un elemento determinante y que lleva el concepto del híbrido familiar a otro nivel.
La gestión del funcionamiento de los dos motores con los que cuenta (gasolina y eléctrico) podría ser más sofisticada, aunque para el usuario medio es más que suficiente que sea la propia centralita del vehículo la que se encargue de todo. Lo importante es que el apoyo de las baterías sirve para que los consumos se mantengan en niveles ajustados, entre los menos de cuatro litros a los cien que homologa el fabricante hasta los seis reales que obtendremos en condiciones normales de exigencia, lo que no está nada mal para un coche de su peso.
El interior es amplio para un uso familiar, los acabados correctos pese a la profusión del plástico y el equipamiento muy completo en los niveles altos, como el Style. Eso sí, resulta llamativo que Hyundai haya montado un anacrónico freno de estacionamiento de pedal en un modelo tan avanzado tecnológicamente.
En ciudad es donde, claro está, más partido se saca a su condición de híbrido, mientras que en carretera exhibe un comportamiento óptimo gracias a unas suspensiones firmes y un buen equilibrio de su carrocería. Como guinda, el precio es más que interesante.