El Rayo de Míchel no pudo romper la maldición del gol
Sagués Oscoz invalidó un tanto en posición legal de Embarba
Ganar debe ser la leche”, rezaba una pancarta hace semanas en Vallecas. Y vaya que sí, porque el Rayo sólo ha sumado un triunfo en las once últimas jornadas. Era difícil aspirar a más ante el rey del empate, un Reus que siempre se mantuvo serio, bien aseado, especialmente atrás, donde además tiene al Zamora. Míchel firmó su primer punto en su estreno en el banquillo de Vallecas, pero la renta no les da para huir definitivamente del infierno. Tocará acostumbrarse al calor de las llamas en este tramo final.
El Rayo salió a pleno pulmón y en la posesión se reencontró. El balón era la llave para abrir una grieta en la rocosa zaga del Reus. El picante de la primera parte lo pusieron los cabezazos de Ebert y de Máyor, mientras Guerra intentó exorcizar sus fantasmas, con una chilena y con un remate que se marchó fuera.
La polémica se asomó por el barrio y Sagués Oscoz le anuló un tanto en posición legal a Embarba (48’). Una y otra vez caía una ocasión del Rayo, pero su falta de pegada se ha cronificado. Llueve sobre mojado.
El palo repelió un trallazo de Ebert desde 30 metros y Badía sacó un mano a mano a Guerra. El muro crecía tanto como la impotencia local y sólo Folch trastocó el guión con un derechazo que despejó Gazzaniga. El Reus buscó la sorpresa a balón parado, pero los goles no cabían en Vallecas. La posesión y las ocasiones se fueron por el desagüe, aunque el Rayo recibió un punto de sutura en su fea herida.