Más de 1.000 italianos pitaron ayer al Madrid
El equipo blanco contará hoy con 1.400 aficionados
El Madrid, esta noche, no juega sólo ante el equipo azzurro, sino ante la entera ciudad de Nápoles. Bajo el Vesubio se sueña con este partido desde diciembre y el calentísimo ambiente de ayer lo demostró: más de 1.000 hinchas esperaron la llegada del equipo en el Palazzo Caracciolo, la ‘fortaleza blanca’ para estos días.
Hubo abucheos y cánticos de insultos, pero ningún tipo de tensión: el complicado objetivo es intimidar a los blancos, cuya afición (y en general los españoles) aquí caen muy bien. Entre un insulto y un pito, los “dios, está Cristiano” y las caras de ilusión no mentían. De hecho, la policia señaló que no hay preocupación sobre las relación entre las hinchadas, aunque la atención hacia los perros sueltos (delincuentes sin vínculos con los ultras que a veces se divierten en arruinar la fiesta con viles agresiones) es máxima. La ciudad está blindada: 700 policías garantizarán la seguridad de los 1.400 hinchas blancos y del equipo. Para hacerse una idea de la expectación, este dato: el San Paolo abrirá sus puertas cinco horas antes del pitido inicial.
Ciudad paralizada. Nápoles se parará para el partido (muchísimas tiendas cerrarán antes) y todas las miradas estarán puestas en Fuorigrotta, donde (obviamente) no queda ni una butaca libre. La noche más esperada, tras tanta espera, ha llegado.
Expectación Las tiendas
y los comercios cerrarán antes hoy por el partido