AS (Baleares)

Vrsaljko “No soy un héroe, hice lo que por cualquier amigo”

- J. GARCÍA /

Introverti­do, Vrsaljko (Zadar, 10-1-1992) es poco amigo de entrevista­s pero aceptó la invitación para quitarse importanci­a de lo que sucedió en Riazor. Le sonroja hablar de él, pero se deshace en

elogios hacia otros. Sus inicios como atlético fueron duros, pero nunca dudó de su decisión.

¿Cómo ha sido su adaptación al fútbol y a la cultura española?

—Ha sido un poco dura al principio. Nuevos amigos, nuevo equipo… Todo nuevo. Nueva lengua. Aunque el español es similar al italiano, no es lo mismo. Llegaba a un gran club… Ha sido difícil porque al principio no jugaba demasiado, pero siempre he creído en mí mismo y ahora me siento muy bien.

—¿En algún momento en ese periodo llegó a pensar que se había equivocado viniendo al Atlético?

—No. No he pensado nunca que hubiera tomado una decisión errónea. Desde el inicio he creído en mí mismo y sabía que antes o después el míster me iba a dar una oportunida­d y que me confirmarí­a aquí en el Atlético.

—¿Qué le dijo Simeone durante esos momentos?

—Que estaba entrenando bien y que debía seguir. Que mi oportunida­d iba a llegar poco a poco. Pero yo no me conformo nunca. Esto es fútbol y siempre hay que mirar hacia adelante.

—El Calderón coreó su nombre en el partido contra el Valencia. ¿Se dio cuenta?

—Sí. Fue una sorpresa. Estaba jugando y escuché mi nombre, me puse muy contento porque sé lo importante que es la afición del Atlético. El estadio estaba lleno y escuché mi nombre. Se lo agradezco.

—En su país, en Croacia, le han llamado héroe después del accidente de Torres. ¿Se siente así?

—No me siento así. Lo que yo pienso es que cuando uno ve a su amigo tirado en el suelo, sintiéndos­e mal, debe ayudarle. Así es como he reaccionad­o y estoy contento por ello. Fernando está bien y eso es lo más importante de todo.

—Pero llamó la atención su determinac­ión para lanzarse al suelo y hacer lo que debía hacerse.

—Era la primera vez que hacía algo así, pero cuando le vi tirado en el suelo, cuando vi su cara, pensé: “Tengo que hacer algo”. Muchas veces he escuchado que lo que hay que hacer es vigilar que la persona no deje de respirar, evitar que la lengua obstruya, sacarla fuera. Eso es lo primero que pensé que había que hacer. Sí, sabía más o menos lo que había que hacer, pero al final no es mérito mío. Es de todo el equipo. Los médicos hicieron un gran trabajo, yo solamente hice una cosa pequeña por mi compañero.

—¿Qué le dijo Torres después?

—¡Nada, que todo bien! Me dio las gracias, pero son cosas que quedan entre nosotros.

—Es un héroe en su Zadar natal... Cuentan allí que su apellido es incluso más famoso que el apellido Modric y su padre Mladen tiene mucha culpa…

—(Risas). Mi padre fue durante muchos años el capitán del equipo de la ciudad. Jugaba en la exYugoslav­ia, en Segunda División. Pero el de Luka (Modric) es también un gran apellido en Zadar. Creo que mi ciudad es una de las más bonitas que existen en el mundo.

—Creo que su padre era un central de esos contundent­es... ¿Le insiste mucho después de los partidos?

—Sí, sí, era un defensa un poco duro… Era otro fútbol… Hablamos mucho de fútbol. Me da consejos. Puedo decir que mi padre es mi mejor amigo. No tuve ídolos en el fútbol, no puedo decir que tuviera uno. No había ese jugador que dijera que me gustaba más que otros. Ha habido muchos defensas de calidad para fijarse. Lo que sí puedo decir es que trabajé duro para convertirm­e en futbolista.

—Para un chico croata, ¿qué significa la guerra?

—Generalmen­te no me gusta hablar de ella. Digo que es algo pasado y que debemos mirar hacia adelante. Lo que mis padres me dijeron es que la guerra no fue buena para nadie. Yo nací en el 92, sé que sucedieron cosas graves, pero es mejor que no hablemos de eso…

—Quizá la imagen más bonita es la amistad entre un chico croata, usted, un esloveno como Oblak y un montenegri­no como Savic…

—Así es. Y puede añadir que tengo muchos amigos serbios, bosnios, de Eslovenia, de Montenegro… Para mí eso no es un problema. Si es serbio,

Torres “Sabía más o menos lo que había que hacer. Vi su cara y me

lancé”

Griezmann “Es un ariete fantástico,

pero también lo es como defensa...”

esloveno o montenegri­no... si es una persona brava, es mi amigo. Si no, a otra cosa.

—Siempre se le ve cercano a ellos. ¿Qué le han enseñado del Atlético? —-Me han ayudado mucho. Son dos grandes amigos. Han estado muy cerca, sobre todo en ese momento duro cuando apenas jugaba. Me aconsejaro­n. —¿Cómo aprendió a centrar así?

—Trabajando, en la escuela. Lo he entrenado bastante. —Siempre es tenso y peligroso…

—Sí, digamos que sí... (risas).

No me gusta hablar demasiado de mí… Lo he entrenado, como todas las otras cosas del fútbol, pero solamente Dios sabe por qué se me da bien. No puedo explicar si hay alguna clave. Siempre di el cien por cien en cada entrenamie­nto y esa sigue siendo mi aspiración. —¿Quién centra mejor: usted o Koke? —No lo sé. No es el mismo rol, ni el mismo tipo de centro. Él es un especialis­ta en el juego a balón parado, yo soy más de centrar en carrera. Para nosotros, Koke es muy importante. Me ha llamado la atención. Lo juega todo y siempre está físicament­e bien. Aporta una energía importante. —Koke le llamó la atención y, como defensa, ¿qué me dice de Griezmann? —Como delantero es fantástico, pero como defensa es también extraordin­ario. —¿Vio alguna vez a algún delantero defender así?

—No, precisamen­te por eso lo digo.

—En el Dinamo de Zagreb heredó el 14 de Modric…

—Cuando llegué a las categorías inferiores en Zagreb él estaba ya en el primer equipo. Después, él se marchó a Inglaterra y subí. Es un buen amigo, me da consejos. Puedo decir que es un ídolo como persona y como futbolista. —¿Qué diferencia hay entre Di Francesco y Simeone? Son estilos muy diferentes… —No quiero compararlo­s. Cada uno tiene su calidad. Con Di Francesco mejoré mucho. Pasé dos años con él en el Sassuolo y puedo decir que es un entrenador para un grande. Y cuando llegué a Madrid, observé que Simeone es uno de los mejores del mundo. Por algo los resultados del Atlético en los últimos años… —¿En qué se ha notado la mano de Simeone en su juego?

—Me ha enseñado a ser mentalment­e fuerte. A trabajar más del 100% y a meter emoción en el campo, en lo que haces… Algo importante para ir hacia adelante. Aquí se hace todo para que el equipo gane, por cada compañero. Cuando llegué comprobé que es así, que se deja todo en el campo por una gran familia, por el equipo. —La afición quiere la Champions.

—Lo sé. Es normal. Esto es un grande, se espera hacer siempre algo importante en la Champions y en LaLiga. Sólo puedo decir que nos vamos a dejar el corazón en el campo. Tenemos un partido importantí­simo contra el Leverkusen. Hemos visto el partido del Barcelona con el PSG. Fue maravillos­o. Pero nosotros somos consciente­s de que hay que dar el 100% en cada partido... —En LaLiga, ¿defender la cuarta posición o atacar la tercera?

—Las dos cosas van a ser difíciles. Somos capaces de terminar terceros, todo va a depender de nosotros.

Simeone

“Me ha enseñado a ser fuerte mentalment­e y a meterle emoción”

Champions

“Sé que la afición la quiere. Sólo aseguro que dejaremos el corazón”

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