“Ganando cambiará el chip y seremos difíciles de batir” Míchel

Influencias Juande era un gran estratega, Zambrano, muy cercano y de Mel

capté el estilo”

Dentro del campo fue capitán y símbolo del Rayo al que ahora entrena. Mira al futuro con optimismo: “Aquí no se rinde nadie. Por la afición, el barrio... hay que esforzarse”.

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¿Qué le dice la gente estas primeras semanas en el banquillo? ¿Que vaya lío...?

—La gente más cercana sabe que es un reto bonito en el equipo con el que me identifico. No lo veo negativo, al revés. Estamos convencidos de que le daremos la vuelta a este momento.

—Hay quien ve en usted el único halo de esperanza...

—Si mi llegada ha servido para eso, es un aliciente más. Me he sentido muy querido en el barrio, en el club y la gente me ha dado mucho. Nunca podré devolvérselo. Necesitamos a la afición, es el jugador número doce. Si el lazo de unión soy yo, perfecto, pero Vallecas está con el equipo en las buenas y las malas.

—¿Y entiende su frustración?

—Claro. Desde el final de la temporada pasada ha habido pocas noticias positivas y se nota. La gente no está enfadada, teme otro descenso. Esa preocupación genera a veces crispación. Les comprendo y nos tenemos que dejar todo en el campo, mostrar compromiso.

—Cuando colgó las botas habló de tres técnicos que le marcaron, ¿qué tiene Míchel de Zambrano, Juande y Mel?

—Zambrano me hizo debutar. Él estaba en la cantera, le subieron y su cercanía con los jugadores es una de las patas que debe tener un entrenador. Mel me gustaba por su juego combinativo. Me encantaban los entrenamientos y me identifico con su filosofía. Y Juande fue quien más rendimiento me sacó. Era un gran estratega, preparaba muy bien los partidos.

—Como su segundo está otro ex de la Franja: Salva.

—Está muy preparado y tenemos la misma visión del fútbol. Sabe dirigirse a los jugadores en un tono diferente al del primer entrenador.

—¿Qué grupo se encontró?

—Su exigencia entrenando es buenísima. No he visto rupturas entre ellos. El problema son los malos momentos de los partidos, ahí tienen que tirar unos de otros. Es lo que intento inculcar. La fuerza está en el grupo, pero también en un líder que lo sepa unir.

—¿Ve bloqueo en la plantilla?

—Tenemos un buen equipo capaz de ganar a cualquiera. No vencer condiciona, pero si salen las cosas entrenando, por inercia saldrán en el partido. Estamos deseando ganar, dedicárselo a la gente y empezar a mirar hacia arriba. Cuando se produzca el cambio de chip seremos un equipo muy difícil de batir. Aquí no se rinde nadie, al revés.

—¿Y la falta de gol?

—La idea es dar más oportunidades a los delanteros y a la gente de segunda línea, con más alternativas, no sólo centro y remate. Y en las jugadas de estrategia dar un plus. Te pueden desatascar un encuentro.

—Algunos ex están apoyando al equipo con el hashtag #SoyDelRayoYNoMeRindo.

—Eso demuestra que el Rayo deja huella y es un orgullo. Le he dicho al vestuario que hay mucha gente detrás: trabajadores del club, la afición, los que vistieron esta camiseta... Por todos ellos hay que hacer el esfuerzo.

—De todos los mensajes recibidos, ¿alguno de los Cembranos, Lopetegui, Bolo…?

—Con Cembranos, Pablo Sanz y Lopetegui hablo cada semana. A Coke le tengo en un grupo con Cobeño y Salva. Bolo entrena al Arenas y charlo mucho con él. Son amigos y me mandan consejos en el día a día. Son optimistas y un punto de apoyo.