El VW Tiguan crece en todos los sentidos
La segunda generación del SUV compacto se presenta como una opción equilibrada y polivalente, con un equipamiento completo y un excelente comportamiento dinámico
Puede que la segunda generación del Volkswagen Tiguan no deslumbre en ningún aspecto concreto pero saca altísima nota en la mayoría de ellos, por lo que se puede afirmar que se trata de una propuesta más que aconsejable en el concurrido segmento de los SUV.
Ha cambiado por completo respecto a su exitoso predecesor, empezando por una carrocería de formas más angulosas y de mayor dinamismo. No en vano es más largo (llega a los 4,48 metros), más ancho y más bajo que el anterior, un incremento en sus dimensiones que se refleja en el interior. Tiene cinco plazas (para quienes necesiten dos accesorias VW lanzará la variante Allspace) y en todas ellas hay espacio suficiente para las piernas, también se ha ganado en anchura. Como complemento a su funcionalidad, los asientos traseros se desplazan longitudinalmente y así se puede variar la capacidad del maletero de 520 a 615 litros. Y también cabe resaltar que en el habitáculo encontramos numerosos huecos que facilitan transportar pequeños objetos sin que se conviertan en un engorro al circular.
La calidad de los acabados y materiales es la propia de la marca alemana, nada que objetar en este sentido. A ello hay que sumar un equipamiento muy completo en todas las versiones, que llega a excelente en las superiores y que contempla detalles como una espectacular instrumentación digital, ya vista en otros coches del Grupo Volkswagen y que se antoja como un gadget moderno y funcional para los conductores más tecnológicos.
El motor turbodiésel de 150 CV le va como anillo al dedo a un coche de este estilo, con un rendimiento suficiente y unos consumos ajustados, apoyados en buena parte en las bonanzas de una caja automática DSG de siete marchas y doble embrague. Además, el Tiguan se ofrece en variantes 4x4, que no son las más vendidas pero siempre es plausible su disponibilidad para quienes valoren sus ventajas.
En marcha se trata de un todocamino bastante estable, sin grandes balanceos de la carrocería y con unas suspensiones equilibradas en su puesta a punto.