‘Deporte y Valores’: un manual para los padres
“Deben pensar en ver a los niños felices”, dijo Pinedo
La Fundación Mutua Madrileña, en colaboración con la Fundación Deporte Joven del Consejo Superior de Deportes, presentó ayer en Madrid el libro ‘Deporte y Valores’, escrito por Guillermo Calvo y David García, y orientado a educar a los padres en el deporte. “Nosotros veíamos el deporte como excusa para formar personas”, asegura Consuelo Fernández, madre del golfista Sergio García y encargada del prólogo.
La presentación tuvo un reparto de lujo: Eli Pinedo, exjugadora de balonmano; Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Madrid; Alberto Berasategui, extenista profesional; Horacio Gaggioli, representante de futbolistas (agente actual de Asensio, entre otros); y Rafael Rullán, exjugador de baloncesto. Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña, ejerció como moderador.
Butragueño, muy activo durante la charla, quiso ensalzar la figura de Rafa Nadal. “Es un deportista ideal, él tiene que ser el modelo”. Además, recalcó que en el Madrid toman la actitud de los padres como una cuestión fundamental. “Tenemos una reunión con ellos al principio de cada temporada para inculcarles los valores que esperamos”, afirmó.
Eli Pinedo, por su parte, representó al deporte femenino: “Los padres tienen que pensar en ver a los niños felices”. Aunque Pinedo cree que la educación debe extenderse también al deporte adulto: “Cuando los padres van al Bernabéu o al Camp Nou también deben dar ejemplo. Una cosa es vivirlo con pasión y otra con insultos”. Base. Gaggioli, acostumbrado a tratar con los padres de los deportistas, ofreció su visión. “Un padre debe preocuparse de crear una buena persona, no es un entrenador. He visto chicos de 17 años con muchísimo talento, pero que se quedaron por el camino por no aguantar la presión del padre.” Berasategui, desde su experiencia en el tenis, abordó el obstáculo del dinero. “Es un problema de base. Piensan que en casa pueden tener a un Messi o un Nadal. No es así, se mueve tanto dinero que los padres pierden el espíritu del deporte”.