El Alavés continúa firme y tumba a la diezmada Real
El gol al filo del descanso de Deyverson fue definitivo
Alavés y Real Sociedad cerraron una jornada festiva en la capital alavesa. Las dos directivas habían pactado entradas a 25 euros y cerca de mil aficionados donostiarras desembarcaron en Vitoria desde primeras horas de la mañana. El ambiente en la parte vieja de Gasteiz fue envidiable y luego los dos equipos brindaron una gran tarde futbolística a los presentes. Desde el punto de vista deportivo, el Alavés metió a Rodrigo Ely en el once inicial para sustituir a Feddal, que estaba sancionado. Pellegrino también recuperó a Theo tras su castigo por cinco amarillas y lo metió en el once en detrimento de Raúl García, que ni siquiera fue convocado. La gran sorpresa fue la entrada en el equipo inicial de Óscar Romero, apartando a Toquero al banquillo.
En la Real, las bajas eran cuantiosas. Eusebio decidió meter un doble pivote con Granero y Guridi colocando en la media punta a un Xabi Prieto que también ayudaba en el pivote. Comenzó con más bríos el conjunto vitoriano pero, poco a poco, la Real fue ganando fuelle. La primera ocasión seria la tuvo Yuri en el minuto siete, pero Pacheco le adivinó la intención y despejó su disparo. Vela también trató de tirar una vaselina minutos después, pero el portero pacense estuvo también atento.
El Alavés respondió con una oportunidad de Deyverson que desbarató Rulli. Romero, en una internada al primer palo, y Ely, de cabeza tras un córner, también avisaron, pero el gol llegó en una gran cabalgada de Theo que rubricó Deyverson, que llevaba sin marcar desde el 16 de diciembre. Piscinazo. Salió al ataque en la segunda mitad y estuvo a punto de hacer el dos a cero el Glorioso por mediación de un cabezazo de su punta brasileño, que despejó Rulli al poste. La roja de Granero (con piscinazo) debilitó a la Real, pero la decisión del equipo vitoriano de recular le condenó a terminar el choque pidiendo la hora. Los txuri-urdin no consiguieron marcar y los puntos se quedaron en casa.
Guridi El canterano fue la sorpresa en el doble pivote con Granero