AS (Baleares)

Luciano Moggi “El problema del Barça es que está sin entrenador”

- MIRKO CALEMME

Temido y admirado a partes iguales, Luciano Moggi (Monticiano, 10-7-1937) es una de las personas que más sabe del fútbol italiano, donde lleva dirigiendo entidades desde la década de los 70. Fue el director general de la Juventus del 94 al 2006. Tras el ‘Calciopoli’, fue inhabilita­do.

➥ Toca un Barcelona-Juventus. ¿Se esperaba una victoria ‘bianconera’ tan contundent­e en la ida?

—- Me esperaba un partido positivo de la Juve. El Barcelona en Málaga no me había dejado una gran impresión, Messi no vive su mejor momento. La eliminator­ia no está sentenciad­a, pero si los azulgrana juegan como en Turín, no van a tener posibilida­des. ¿Quiere saber cuál es el verdadero problema del Barcelona?

—Adelante...

—Está sin entrenador. Si un técnico dice “al final de este año me voy”, es como si ya no estuviera. El equipo está desmotivad­o, sin ideas, sin fuerzas. Y en el campo, se nota.

—En Turín, ¿qué fue lo que no funcionó del Barça?

—- El mediocampo no apoyó ni al tridente ofensivo ni a la defensa, que este año no funciona nada bien.

—Fue la noche de Dybala. ¿Es un futuro Balón de Oro?

—Sin duda, tiene pies y cabeza de campeón.

—¿Acabará en el Real Madrid o en el Barça?

—No, se queda en Turín. Acaba de renovar su contrato. Es el centro del proyecto bianconero.

—¿Qué espera del partido de vuelta? ¿Una remontada estilo PSG es posible?

—No, absolutame­nte. La defensa de la Juventus es otra cosa. No es la del PSG.

—¿Eliminando al Barcelona la Juve sería la favorita para triunfar en esta Champions?

—Sería un gran paso, pero aún quedaría. Con el Madrid, por ejemplo, creo que sería una eliminator­ia más dura.

—¿Qué recuerdo tiene de la eliminator­ia contra el Barcelona de 2003?

—Recuerdo que la televisión catalana me entrevistó, y me preguntaro­n si era consciente de que el Barça llevaba una racha increíble sin perder en casa. Yo contesté: “Siempre hay una primera vez”. Y así fue...

—¿Tenía una buena relación con la directiva azulgrana?

—Sí, siempre, tanto con la del Barcelona como con la del Real Madrid. Obviamente, con Florentino Pérez me llevaba muy bien, trabajamos juntos en la operación Zidane.

—Con Florentino, además, tuvo un encuentro en su visita a Nápoles por el partido de los octavos.

—Sí, nos respetamos y seguimos teniendo buena relación.

—¿Fue el traspaso de Zidane la mejor operación de su carrera como dirigente?

—- No lo sé, yo sólo digo que la Juve con aquel dinero fichó a Nedved, Buffon y Thuram. Fue fundamenta­l para reconstrui­r el equipo y también lo fue para el Madrid, que encontró en Zidane una pieza clave para su futuro.

—¿Se esperaba a un Zidane triunfador también en los banquillos?

—Ya cuando era jugador, en los descansos, Zizou hablaba con el entrenador y le explicaba lo que en el campo funcionaba, y lo que no. No cabe duda de que tiene una gran inteligenc­ia futbolísti­ca.

—¿Hubo alguna operación de mercado que le hubiera gustado llevar a cabo con Barcelona y Madrid, y no pudo?

—No, porque buscábamos y teníamos jugadores distintos. Madrid y Barça aman tener a buenas defensas y excelentes delanteras.

—¿En su equipo ideal, ficharía a Messi o Cristiano? No vale decir los dos...

—Yo nunca miré el nombre propio, siempre le di prioridad a lo que necesitaba el equipo. Si me hace falta un 10, busco a Messi; si quiero un punta capaz de jugar también en la banda, voy a por Cristiano.

—Hace pocos días, el Consejo de Estado confirmó su inhabilita­ción de por vida por el escándalo ‘Calciopoli’...

—No, lo que escriben los periódicos no es cierto. No confirmó nada: la justicia ordinaria se declaró incompeten­te sobre la inhabilita­ción que estableció el juez deportivo. Ni analizaron el caso. Y es lo que yo necesitaba para seguir...

—¿Cuál será su próxima etapa en su defensa?

—El Tribunal Europeo. Tengo confianza, aceptó nuestras recriminac­iones y esperamos a que nos convoquen.

—Si fue condenado en ambos juicios, deportivo y ordinario, ¿por qué cree estar viviendo una injusticia?

—La justicia deportiva dice que los campeonato­s fueron regulares y no se alteró ningún partido. ¿Por qué la ordinaria dice lo contrario? ¿Y por qué la justicia ordinaria cuando debe intervenir sobre el juez deportivo se declara incompeten­te, y luego, cuando quiere, es competente? Me cuesta responder a estas preguntas.

—¿Cómo cambió el fútbol italiano desde el ‘Calciopoli’?

—La Nazionale empeoró, ya que en 2006 ganamos un Mundial y ya visteis lo que pasó en los últimos dos años. Los árbitros siguen fallando, como ya lo hacían antes, y es normal, porque son seres humanos. La calidad de las directivas ha bajado mucho, no se encuentran los jugadores de antes y los mismos grandes futbolista­s ya no confían en el Calcio. Ahora a la élite llega sólo gente de bajo nivel.

—¿Usted cree que el escándalo tiene una responsabi­lidad en la bajada de nivel del Calcio?

—El escándalo sólo demostró que antes había directivos que sabían de fútbol, y ahora ya no. Al deporte rey italiano le sacaron su Ferrari, y le dejaron todas las Topolino (el mítico 500 producido por Fiat, desde 1936 hasta 1955).

—¿Qué opina de la investigac­ión sobre la relación de Andrea Agnelli con los ultras?

—La gente debe entender que a cualquier fondo los clubes le regalan entradas. La razón es sencilla: contentar a los ultras, que podrían lanzar petardos, invadir el campo, crear desórdenes... Problemas que cuestan multas y partidos a puerta cerrada. La Federcalci­o les prohibió a los equipos tener relaciones con los tifosi, pero no estableció ninguna norma para defenderlo­s de ellos. Esto convierte a los clubes en rehenes de los ultras.

—¿Desea volver a trabajar en el fútbol?

—Ahora, sinceramen­te, lo paso muy bien viendo las gilipollec­es que hacen los demás...

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